Esa fogosidad y pasión del primer amor, la valentía por defender una ideología, el apellido y la familia, batallas con espada, trajes de una época de fantasía, bailes elegantes, venganza, odio, riñas y demás serán representados por un elenco de 24 actores, la mayoría jóvenes, quienes reencarnarán aquellos personajes emblemáticos que fueron parte de Romeo y Julieta, la historia de amor más famosa de todos los tiempos.

Este clásico de William Shakespeare es llevado a escena de la mano del director Jaime Tamariz y los protagonistas María Clara Ambrosini, como Julieta; y Eduardo Maruri, como Romeo.

La obra se estrenará hoy, a las 20:30, en la sala Principal del Teatro Sánchez Aguilar, que además es el productor.

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Jaime explica que aunque la historia mantiene la esencia de la versión original de estos amantes de Verona que llegan a dar su vida por defender su amor, incluso del odio y rivalidad que hay entre sus familias, los Capuleto y los Montesco, la puesta en escena es una adaptación de una versión de hora y media elaborada por Denisse Nader.

“Es una historia universal que siempre tiene vigencia. Lo más importante es resaltar ese espíritu joven del amor, que se puede repetir en cualquier época y de alguna manera con todas las parejas”, dice Jaime cuando se le pregunta qué lo motivó a ser parte de esta producción que se inició hace seis meses.

Dice que lo que más disfrutó fue tener un elenco joven. “Todas las producciones de un director son especiales por alguna razón, en este caso disfruté mucho el proceso de aprendizaje que tuvieron los chicos, me sorprendió su nivel de compromiso con la obra, los ensayos y todos los talleres que tuvimos para la creación de cada personaje”, comenta emocionado.

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Jaime explica que la puesta en escena es distinta a la versión clásica principalmente en cuanto al vestuario que utilizan, que evoca una época medieval en la que los actores utilizan elementos de la cultura asiática como kimonos, con influencias de la India y países árabes y del Medio Oriente. “Queríamos que se viera antigua, pero no vincularla a una época en particular, sino mostrar que es una historia atemporal, es por eso que hablamos de una época de fantasía, la creamos para presentarla ahora”, explica.

Para la preparación en la fluidez y consecutividad de los movimientos de cada personaje, la producción contó con la colaboración de Chevi Muraday, un coreógrafo y bailarín español, quien además es director de Losdedae, una de las compañías más conocidas en España, país en el que ganó el primer Nacional de Danza, en el 2006, en la modalidad de interpretación.

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Chevi conoce a Jaime Tamariz desde hace 15 años, ya que este fue su alumno en la escuela de Cristina Rota, una de las escuelas de interpretación más importantes de España. “Recuerdo a Jaime como un creador muy inquieto, siempre me llamó la atención su forma de ver el teatro y cuando vino a Ecuador me invitó a trabajar con él en La gata sobre el tejado”, cuenta.

Han trabajo juntos en múltiples ocasiones, siendo la más reciente Scrouge, un clásico de Navidad.

Chevi explica que en Romeo y Julieta el trabajo fue muy corporal. “El elenco está lleno de muchos actores jóvenes que no saben aún cómo conectar el cuerpo con los textos, por lo que tuvimos clases muy intensas, muy físicas, de mucho sudor, de sentir mucho compañerismo, de trabajar dinámicas grupales, de tener conciencia del espacio”, dice.

Además, según explicó Chevi para El telón, una revista del Teatro Sánchez Aguilar, en esta obra sí hay partes coreográficas. “En una escena se incluye un núcleo de un coro de 14 personas a quienes hay que coreografiar y que además son responsables de mover la escenografía. Con Jaime hemos tratado de detener el tiempo dentro de una acción, valiéndonos de slow motion, cámaras lentas y rápidas, donde la visión de la escena puede girar como se hace en el cine”.

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En relación con esto Jaime explica que para construir el montaje se valieron de una escenografía móvil, con paredes que giran creando diferentes espacios, sin que exista la necesidad de construir un lugar nuevo por completo.

Para Jaime, es muy importante para la fluidez de la historia generar química ente los actores, en especial aquellos que tengan muchas escenas juntas, es por eso que previo a los ensayos él, junto a María Clara, Eduardo Maruri e Itzel Cuevas, quien es Ama en la obra, la nana de Julieta, tuvieron algunas reuniones informales para conocerse más.

Aunque la historia en sí esté llena de tragedia, enfrentamientos, venganzas y riñas, Ama y Mercucio son dos personajes que aportan con algo de comedia, como para suavizar un poco el contenido de la obra.

Ama, por un lado, descubre el romance secreto entre los jóvenes y por amor a Julieta, calla. Ella es como su madre, es quien la ha criado y la encargada de cuidarla, y aunque ve el amor con un sentido un poco más terrenal, ya que es una mujer mayor que ya ha vivido, apoya a Julieta sin delatarla con su madre; es su nexo con Romeo.

Mercucio, interpretado por el actor español Aaron Navia, es el amigo entrañable de Romeo; convive tanto con él que lo ve como un hermano menor. Su personalidad burlona y su manera de hablar sarcástica le dan ese toque divertido a varios momentos de la historia.

Pero además de las partes románticas de la obra, de ese amor a primera vista de los protagonistas, del primer contacto y la adrenalina por mantenerlo oculto, también hay momentos de batallas que acaban con la vida de varios personajes.

Para esto varios actores como Ariel Zöller, quien interpreta a Teobaldo, primo de Julieta y heredero de los Capuleto, Sebastián Perdomo como Benvolio, Eduardo Maruri y Aaron Navia, tuvieron que recibir clases relámpago de esgrima.

Karen Gómez, quien junto a Nando León se encargó de dicho entrenamiento, cuenta que todo se dio en solo 4 días.

“La coreografía incluyó movimientos de alto riesgo en los momentos de clímax de las escaramuzas (enfrentamientos) para lograr una contienda lo más real posible, incluso hemos añadido conceptos como ‘la primera sangre’, que es una estrategia antigua para reducir la cantidad de muertos en una batalla, al reconocer como perdedor al contrincante que sangre primero. Los movimientos se basaron en la época renacentista, incluyen desplazamientos, estocadas, ripostas y saludos clásicos”, dice.

La obra continuará con funciones hasta el 21 de agosto. Hay tres localidades VIP a $ 45, platea A, $ 35; platea B, $ 22 y platea C, $ 15. Puedes adquirirlas en la boletería del teatro o en TicketShow. (E)

Dato
Varios ‘extras’ en la obra son alumnos de U. Casa Grande, y lo hacen de manera voluntaria