Con una blusa celeste cubría los finos cabellos que aún le quedan en la cabeza. El tratamiento de quimioterapia para combatir el cáncer ha hecho que Ximena, de 13 años, lo pierda de a poco. Por eso lo escondía entre prendas, pero ya no más. Su melena negra regresó y también su sonrisa al colocarse su nueva cabellera. Así, con ‘nuevo look’, recibió el alta del hospital Francisco de Ycaza Bustamante.

La adolescente fue parte de los diez niños con cáncer que ayer recibieron una peluca de parte de la fundación Dibujando una Sonrisa, en el auditorio de la casa de salud, en medio de una presentación teatral.

Ahí también, niñas, mujeres y hombres donaron su cabello y dieron una contribución para hacer las pelucas. Norely, de 7 años, y Daniela, de 14, fueron dos de las alegres donantes. Ellas se dejaron crecer el cabello por un año para regalarlo.

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Javier Sandoval, director nacional y fundador de la institución, señaló que han entregado más de 800 pelucas en Quito y Guayaquil en los siete años de creación. (I)