Cecilio Sánchez o “el abuelito de las almohadas”, como lo conocen en la zona del Mercado Central, recorrió la mañana de ayer el área donde fueron reubicados los comerciantes que desalojaron el establecimiento por la obra de remodelación.

Cecilio ofreció su producto en la calle Colón, entre 6 de Marzo y Pío Montúfar.

El hombre de 86 años fue uno de los vendedores ambulantes que también “migraron”, pues el flujo de compradores se traslada de a poco a la nueva zona de expendio, compuesta por tres garajes en donde se distribuyeron 220 puestos.

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Cecilio, oriundo de Chimborazo, cuenta que lleva como ambulante unos 30 años en la zona del Mercado Central. Él llegó a los 16 años al Puerto Principal y consiguió empleo, pero según él, nunca fue afiliado al Seguro Social, por lo que no goza de una pensión jubilar de respaldo.

Hoy recorre, desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde, algunas calles del centro para su sustento diario y el de su esposa, también enferma. Ellos residen en la vía a Daule.

“Esperemos que los compradores sigan en esta zona, porque la situación está dura”, expresa el vendedor ambulante.

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Venezolanos dedicados al expendio de cajetillas de cigarrillos dijeron que la afluencia de personas les permitía vender sin problema y que probarán suerte en la nueva zona.

Los vendedores con locales al frente del mercado también se mostraron preocupados porque la mayoría de compradores se acercaba a sus tiendas luego de las compras de sus víveres.

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“Esperamos que se mantenga la clientela, ahora tendrán que caminar unas cuadras más”, dijo una vendedora de la Librería Montalvo. (I)