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"Huyan templarios, no los queremos aquí", gritó el vicario de la catedral de Apatzingán Gregorio López Jerónimo, entre aplausos y gritos de los asistentes, en una ciudad en la que hasta hace una semana pocos se atrevían a hablar de éste cartel en voz alta.
El detenido "era considerado desde el 2011 entre los principales responsables de la violencia generada en Michoacán" indicó Eduardo Sánchez, vocero del gobierno en asuntos de seguridad.
Un nuevo estallido de violencia se ha registrado en varios poblados que ya ha cobrado vidas.
Este cartel, a la vez que acosa a rivales y ciudadanos, predica una doctrina religiosa.
Grupos de desconocidos aparentemente coordinados atacaron el martes seis posiciones de la Policía Federal, con armas largas y ocultos desde cerros cercanos, dejando dos muertos entre las fuerzas de seguridad y unos 20 entre los atacantes.