“Fueron casi 48 horas que me secuestraron”. Han pasado 23 años desde el fallido golpe de Estado contra el fallecido expresidente Hugo Chávez que llevó a Venezuela a vivir varios de los episodios más recordados de su historia contemporánea. Tarek William Saab, actual fiscal general, rememora algunos de los momentos que afirma marcan un antes y un después.

Saab, quien para la época era presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, recuerda vívidamente los días 11, 12 y 13 de abril de 2002, marcados por protestas que generaron un clima de tensión en Venezuela.

El 12 de abril de ese años Saab estaba en su casa con su familia cuando llegaron decenas de funcionarios con armas largas y patrullas policiales a irrumpir de manera violenta, sacándolo a la fuerza para luego trasladarlo a lugar desconocido, cuenta.

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“Dentro de la patrulla fui golpeado con patadas, con culatazos de fusil solo por preguntar a donde me llevaban, me ruletearon durante casi una hora hasta que finalmente me llevaron a la policía de El Hatillo”, recuerda.

“Los fiscales de aquel momento traidores a su legado de defender los derechos humanos pretendían que yo firmara un acta diciendo que me habían tratado bien, yo no acepté firmarlas”, añade Saab.

Lo llevaron a El Helicoide, sede de la extinta DISIP (Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención).

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“Pude observar en un televisor blanco y negro las imágenes de mi detención y la manera como la locutora de RCTV (un canal de noticias) hacía una apología al delito diciendo que me estaban gritando insultos, que ya comenzaban a detener a las figuras del chavismo, etcétera”, recuerda.

Luego lo llevaron a la oficina del director de investigaciones. “Me imagino para que viera la autoproclamación de Pedro Carmona Estanga luego del frustrado golpe de Estado perpetrado contra el presidente Hugo Chávez”.

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Saab fue arrestado pese a gozar de inmunidad parlamentaria sin pruebas que lo incriminaran, “por defender los derechos humanos y a la revolución bolivariana”, sostiene.

“Ya usted no es más diputado”, recuerda que le dijeron mientras pasó por varias rondas de entrevistas hechas por fiscales.

“Me pasaron a unos sótanos, allí estuve todo el 12 de abril. Me decían que me iban a procesar por supuestamente tener posesión de armas de guerra, cosa que era falsa”.

A la izquierda de la imagen aparece Tarek William Saab acompañando el retorno del fallecido presidente Hugo Chávez al palacio presidencial de Miraflores

El fascismo ha empeorado

“Duré toda esa madrugada despierto en un sillón de cemento, en un sótano, cercano a unos calabozos”, relata el fiscal de Venezuela.

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“Amaneció el 13 de abril, me seguían entrevistando fiscales, fueron como tres rondas de entrevistas con fiscales hasta que en horas del mediodía de ese día sin ton ni son me dijeron que me podía ir, que ya me liberaban”.

Al llegar a su casa recibió una llamada desde México de Heinz Dieterich, un amigo que tenía enlace con militares venezolanos que le dijo que estaba ocurriendo una rebelión militar para restablecer a Chávez en el poder.

“Eso me motivó a irme al palacio de Miraflores. Cuando llegué todo eso estaba tomado por el pueblo, todas las calles adyacentes, era impresionante, allí me reencontré con el actual presidente Nicolás Maduro, que era diputado a la Asamblea Nacional y con su esposa, Cilia Flores”, rememora.

En medio de protestas de civiles que exigían el regreso de Chávez y el respaldo de militares el entonces mandatario retornó al poder.

 “Sigo defendiendo nuestros sueños e ideales de siempre por conquistar un mundo mejor, mantengo el compromiso intacto; hoy el fascismo ha empeorado notablemente en su forma, sus acciones, su crimen, su odio y maldad. Debemos estar siempre unidos y alertas para derrotarlos hoy, mañana y siempre”, remarca.

“Soy uno de los que recibí en el palacio de Miraflores a Hugo Chávez, yo calculo a las 3:00 de la madrugada del 14 de abril. Allí empezó otra historia”... (I)