La situación no era la que podría esperar el alero Kevin Durant cuando llegó al sexto partido de la eliminatoria de la primera ronda de la Conferencia Oeste, cuestionada su figura como líder de los Thunder de Oklahoma City por no responder en los momentos decisivos y además la necesidad de ganar a los Grizzlies de Memphis si querían seguir con vida en los playoffs de la NBA.

Durant respondió a la interrogante sobre si era realmente un jugador “fiable” como el periódico local The Oklahoman tituló en su portada antes del partido después de la derrota sufrida en el quinto.

Lo hizo en su mejor versión, de líder, que aportó un doble-doble de 36 puntos (11-23, 0-6, 14-15), capturó 10 rebotes y hizo posible que los Thunder venciesen a domicilio, en el FedExForum, de Memphis, 84-104 a los Grizzlies.

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La victoria salvó a los Thunder, que empataron a 3-3 la serie que disputan al mejor de siete partidos, y el séptimo y decisivo se jugará mañana en su campo del Chesapeake Energy Arena, de Oklahoma City.

Los Thunder, que no han sido eliminados en una primera ronda de postemporada desde 2010, esperan seguir en la misma línea cuando vuelvan a enfrentarse a los Grizzlies que, sin embargo, han ganado dos de los tres partidos disputados en Oklahoma City.