Miguel Piojo Herrera reconoció ayer su “error” al haber agredido a un periodista deportivo en julio pasado, pero consideró “injusta” la decisión de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) de destituirlo de la dirección técnica tricolor tras el escándalo que se desató.

“Lo tomo como injusto. Pensé que iban a pesar más los resultados y la relación con los jugadores. Me equivoqué, lo acepto”, dijo Herrera a la cadena Fox Sports, en la primera entrevista que concede tras ser destituido el 28 de julio anterior.

El temperamental timonel reconoció que agredió al periodista Christian Martinoli, de la cadena TV Azteca, cuando coincidieron en el aeropuerto de Filadelfia (EE.UU.) el 27 de julio, luego de que México se coronara campeón de la Copa de Oro de la Concacaf en medio de críticas por su deslucido juego y denuncias de ayuda arbitral.

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“Fue un error que cometí y ya pagué por él. No fue un golpe, pero sí alcancé a tirarle un manotazo, estaba bastante molesto, pero todo lo que sucedió después fue más grande de lo que en realidad pasó”, añadió.

Herrera explicó que pese al escándalo que se desató y las duras críticas de las que fue objeto, jamás pasó por su mente la opción de renunciar a la selección. “Me duele (perder) el sueño del Mundial, de trascender a otros niveles y lograr los objetivos. No soy de llorar, pero sí me dolió (ser destituido)”, añadió.

Herrera, quien como jugador se caracterizó por ser un aguerrido defensa, se ganó la admiración de la afición después de asumir el equipo para el agónico repechaje a Brasil 2014, clasificarlo y dar pelea hasta el último minuto en los octavos de final ante Holanda.

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Pero su trabajo en los últimos meses estuvo marcado por el fracaso en la Copa América y la deslucida actuación en la Copa de Oro. Herrera también se ganó críticas por apoyar públicamente el día de las elecciones legislativas al polémico Partido Verde, aliado del gobernante PRI, lo que está prohibido por ley y ahora es investigado por la Fiscalía General. (D)