Las recientes muertes, la del francés Jules Bianchi en un fatal accidente, el 5 de octubre del año pasado en el GP de Japón, y la del británico Justin Wilson, el 23 de agosto de este año en una competencia de IndyCar, reabrieron un debate sobre la necesidad de buscar soluciones para prevenir accidentes que se están repitiendo en la Fórmula 1 y otras competencias de automotores alrededor del mundo.