En los años o siglos venideros siempre que sea repasada la historia del torneo ecuatoriano de fútbol, en el capítulo de los máximos artilleros de cada edición aparecerá en primer lugar su mítico nombre: Simón Cañarte Arboleda. El certamen inicial, en 1957, tuvo al atacante de Barcelona como goleador. Fueron solo cuatro juegos y él anotó igual cantidad de tantos. Aquel porcentaje de efectividad (100%), su violento disparo, su bravura y clase lo metieron en la leyenda del campeonato nacional. Ahora, a los 83 años, el romperredes del torneo de Asoguayas de 1954 (13 dianas) y en 1955 monarca provincial con los toreros, habla con este Diario del éxito de hace seis décadas y de su prematuro retiro a los 25 años, en 1958.