El fútbol recuerda este martes su peor tragedia en este siglo, el fin del sueño de un modesto equipo que encontró la muerte camino a la cumbre. Hace un año un accidente le cortaba las alas al Chapecoense de Brasil, que tras aquel golpe de muerte debió afrontar una dolorosa reconstrucción.

La nueva era del equipo verde ha estado cargada de altibajos, pero logró salvar la primera categoría en este 2017 y de paso clasificó a la Copa Sudamericana 2018. De los tres futbolistas que sobrevivieron solo el lateral Alan Ruschel volvió a jugar con el equipo, tras una recuperación casi milagrosa.

Mientras el arquero Jakson Follmann perdió la pierna derecha, y el defensa Helio Neto, el último de los sobrevivientes en ser rescatado, todavía está en recuperación y su regreso a las canchas está previsto para el próximo año.

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Hacia las 22:10 de un día como hoy, pero un año atrás, el vuelo 2933 de LaMia desaparecía del radar cuando estaba por aterrizar en el aeropuerto internacional de Rionegro, que sirve a la ciudad de Medellín.

El avión que había partido de Bolivia cayó en el cerro El Gordo, ubicado a unos 2.600 metros de altura en el municipio colombiano de La Unión, donde hoy se celebran misas y se devela una placa en conmemoración al club que se había embarcado rumbo hacia su primera final internacional frente al Atlético Nacional por la Copa Sudamericana 2016, el momento cumbre de un equipo desconocido para el resto del mundo, que en 2009 disputaba la cuarta división de Brasil.

El renacer  

El primer reconocimiento al Chapecoense ocurrió dos días después del accidente, cuando el Atlético Nacional -su rival en la final de la pasada Copa Sudamericana- realizara una petición formal para que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) le otorgara el título del torneo al conjunto brasileño.

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El visto bueno por parte del organismo se dio el 5 de diciembre, por lo que Chapecoense consiguió su primera estrella internacional en el ámbito futbolístico; lo que representó un homenaje póstumo a las víctimas del fatal accidente.

Alejandro Domínguez (i), presidente de la Conmebol, entregó la Copa Sudamericana a Plinio David, presidente del Chapecoense.

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Cuatro días después de ser designado monarca de Sudamérica, la institución inició la era de reconstrucción al nombrar a Vagner Mancini como el nuevo entrenador del equipo en sustitución de Caio Júnior, una de las 71 víctimas del accidente. Su trabajo no sería sencillo pues tenía la tarea de rearmar una institución devastada por la tragedia.

El regreso a las canchas

Ocurrió el 3 de enero de 2017 con un plantel juvenil por la Copa Sao Pablo Junior, un torneo secundario que reúne a equipos Sub-20 de todo Brasil. Sin embargo, el 21 de enero fue cuando la plantilla principal tuvo la oportunidad de regresar a las canchas gracias a un partido amistoso ante el Palmeiras, último campeón del Brasileirao, que terminó con marcador de 2-2.

Ocho días más tarde el Chapecoense sumaría su primera victoria al imponerse, por la primera fase del campeonato catarinense, ante Inter de Lages (2-1). Todos estos compromisos fueron detenidos en el minuto 71, durante 60 segundos, para rendir homenaje a las 71 víctimas del accidente.

El 7 de marzo se efectuó el regreso al fútbol internacional del Chapecoense, esta vez por la Copa Libertadores. Sucedió en el estadio Pachencho Romero de Venezuela, sede del Zulia FC. Con goles de Reinaldo y Luiz Antonio, el cuadro verde y blanco consiguió su histórica primera victoria en el torneo.

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El club culminaría su primera participación en Libertadores con la tercera posición del Grupo 7 al sumar siete puntos, producto de dos victorias y un empate. Esa ubicación no le permitió avanzar más en este torneo, pero le dio acceso a la fase de dieciseisavos de final de la Copa Sudamericana. Ya en ese certamen, los brasileños quedaron eliminados en octavos de final ante el Flamengo, tras caer con un global de 4-0.

La Recopa, un emotivo cara a cara que se había truncado

Tuvieron que transcurrir 128 días para que el Chapecoense y Atlético Nacional se encontraran finalmente en un rectángulo de juego. ¿La ocasión? Celebración de la Recopa Sudamericana, evento que reúne tradicionalmente a los campeones de las copas Libertadores y Sudamericana.

El trofeo que ganó el plantel colombiano (con un global de 5-3) pasó a un segundo plano ante un ambiente de emotividad y cordialidad en los dos encuentros que disputaron ambas oncenas.

El primer encuentro se disputó el 5 de abril en el Arena Condá de Chapecó, ante una afición emocionada que desplegó una pancarta que rezó la frase: "Cuando un hermano viene a visitarnos, la ciudad se desborda de emoción y alegría", palabras que demostraron el agradecimiento de los hinchas brasileños por el gesto del club verdolaga de cederle la Copa Sudamericana tras la final truncada por el destino.

Ya en la vuelta en el Atanasio Girardot de Medellín, las ovaciones y muestras de solidaridad por parte de la afición colombiana no se hicieron esperar con cantos y pancartas alusivas al Chapecoense. Fue una eliminatoria que unificó en mayor medida a ambos equipos y que será recordada por la gratitud y hermandad.

Refuerzos desde Ecuador

Como parte de la reconstrucción del primer plantel, los ecuatorianos Christian Penilla y Fernando 'Chiqui' Guerrero fueron contratados por el Chapecoense. La presentación de los ecuatorianos fue el 29 de julio.

El reconocimiento al Chapecoense cruzó el continente. En España, el Barcelona de Lionel Messi homenajeó a los sobrevivientes de la tragedia al disputar en agosto de este año la Copa Joan Gamper, el tradicional trofeo que el club blaugrana pone en juego en cada temporada. El triunfo por 5 a 0 de los catalanes ante los brasileños fue algo secundario, detrás de los emotivos aplausos a Alan Ruschel, Neto y Jackson Follmann, los sobrevivientes del accidente aéreo.

Pero una de las preocupaciones más grandes que rodearon al club después de la tragedia fue su permanencia en la máxima categoría del fútbol brasileño, a pesar que los distintos clubes de la liga le ofrecieran una inmunidad para no descender que la institución rechazó.

Sin embargo, el nuevo ciclo del Chapecoense obtuvo el pasado 16 de noviembre su primer objetivo en la era de reconstrucción: asegurar la permanencia en la primera división.

Asimismo, a falta de una jornada para el término del campeonato local, el club se encuentra en la novena posición y ya aseguró un cupo para la Copa Sudamericana 2018, un importante premio a la determinación de una institución que necesitó resurgir de entre las cenizas. (D)