Marcelo Elizaga recuerda con cariño su paso por el fútbol ecuatoriano, al que llegó en el 2005. El Polaco, como se lo conoce, ahora de 47 años, jugó en Emelec y Deportivo Quito. A pesar de haber sido millonario por seis temporadas, fue con los chullas (actualmente en el fútbol amateur de Pichincha por no pagar deudas) donde se consagró campeón nacional en las dos finales contra Emelec (global 2-0) en el torneo 2011. Elizaga, como nacionalizado, integró la selección en la eliminatoria rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010. Ahí confirmó su calidad y puede considerarse que su mejor momento lo vivió al atajarle un penal a Carlos Tévez en la victoria 2-0 ante Argentina, en Quito. Elizaga dialogó con este Diario durante su visita al país.

¿Cómo se produjo su fichaje para Emelec en el 2005?

Quedamos campeones del nacional B con Quilmes (en Argentina) y me llamó Óscar Blanco, que dirigía a Emelec. Yo había perdido la titularidad por una lesión de meniscos y le dije a Gustavo Alfaro (hoy DT de Boca Juniors) que necesitaba continuidad y decidí venir y jugármela a que me vaya bien.

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¿Cómo resume su paso por Emelec, hasta el 2010?

Tengo un recuerdo muy lindo. Cuando llegué el club estaba en una situación totalmente distinta a la que estaba cuando me fui. En ese tiempo se peleaba por no descender, no había recursos, todos los días había 200 jugadores a prueba. Luego hubo elecciones y el club tuvo más estabilidad con la llegada de Nassib (Neme). Ahora hasta el estadio es distinto. Emelec, el club fue campeón varios años y está en la Copa constantemente.

¿Cómo vivía los Clásicos?

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Me motivaba muchísimo la rivalidad. Yo era como un hincha más, necesitaba ganarlos y por suerte pude tener momentos muy gratos en esos partidos.

¿Cuando estuvo en Emelec, nunca hubo una propuesta para ir a Barcelona?

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Sí hubo posibilidades. En el 2005, cuando quedamos fuera de la liguilla, tuve la opción de tomar esa decisión (firmar con Barcelona), pero decidí volver a arreglar con Emelec porque le había tomado mucho cariño. Aunque las propuestas en lo económico me convenían más, decidí seguir en el club.

¿Por qué no fue titular en las finales ante Liga Quito en el torneo del 2010?

Yo venía haciendo un esfuerzo muy grande para jugar porque venía de una lesión (protusión lumbar) que afectó mi rendimiento. (Jorge) Sampaoli decidió dos fechas antes de la final de ida (en la capital) que yo no estuviera y le dio la chance a Javier Klimowicz. Fue un golpe duro porque tenía seis años que venía buscando la posibilidad de ser campeón con Emelec. Anímicamente estaba destruido.

¿No jugar esas finales influyó en su ida de Emelec (que no fue campeón)?

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Sí, creo que influyó en todos los que tenían que tomar la decisión de si iba a seguir en el club o no. Yo tenía una temporada más de contrato, pero los dirigentes no querían contar conmigo para la siguiente temporada.

¿Qué lo hizo nacionalizarse ecuatoriano?

Fue una decisión que en un principio la pensé, la analicé con mi familia y acepté.

¿Pensó que una vez nacionalizado, tendría abierta la posibilidad de integrar la selección?

Estaba esa posibilidad que en lo deportivo iba a ser algo brillante. Podría desarrollarme a nivel de la selección.

¿Cómo califica su paso por el combinado nacional?

Como experiencia es inolvidable, tengo el mejor recuerdo. El grupo me aceptó, me aconsejó y valoró mi paso por la selección (jugó la Copa América 2007 y el premundial a Sudáfrica). Tienen respeto hacia mí y yo hacia ellos.

¿Qué cree que le faltó a esa tricolor para que llegue al Mundial de Sudáfrica?

Estuvimos muy cerca, los motivos (de quedarse fuera) pueden ser miles. Pero yo valoro la entrega y haber tenido la posibilidad de pelear hasta lo último por el objetivo clasificar a Sudáfrica 2010.

¿Qué sintió al atajarle un penal a Carlos Tévez (el 10 de junio del 2009?

Ese partido fue muy especial para mí porque iba a jugar ante mi país natal y por lo cuestionada que estaba mi participación. Cuando cometí el penal, quería agarrar una pala, hacer un pozo y meterme ahí adentro. Por suerte no me expulsó el juez y tuve la oportunidad de reivindicarme. Creo que tuve la frialdad necesaria para no moverme y esperar hasta el último momento el disparo.

¿Había estudiado al Apache previamente?

Sí, generalmente veía partidos de la Liga Premier inglesa y también veía a los rivales que conformaban los distintos seleccionados.

¿Qué significó para usted ganar con el Quito algo que no pudo con Emelec?

Primero trataba de entenderlo porque pensaba en dónde me ponía la vida. Tenía miedo de que pasen cosas, pero a veces el miedo te mantiene alerta y hace que respondas mejor. No pude jugar las finales con Emelec, ni ser campeón, y al equipo que voy (D. Quito) tengo la posibilidad de ser campeón ante mi club, al que le debo todo el cariño que me brindó. Son situaciones que no se las deseo a nadie.

¿Qué se llevó de Ecuador?

Amistades, nuevos recuerdos y respeto. Venir después de siete años y recibir el cariño y aceptación de la gente es lo que más valoro. (D)