Barcelona Sporting Club venció 2-0 a Emelec en el Estadio Monumental Banco Pichincha, en la edición 236 del Clásico del Astillero por el Campeonato Ecuatoriano de Fútbol, con un doblete del uruguayo Octavio Rivero, que hizo pagar caro las desconcentraciones defensivas de los azules.
El equipo amarillo, respaldado por su gente, arrancó con el pie en el acelerador. A los tres minutos, cuando aún muchos acomodaban sus radios o buscaban señal en el celular, y otros seguían ingresando al estadio, ya estaban en ventaja.
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Pero el Clásico, como suele pasar, se volvió otra cosa muy pronto. La intensidad escaló. El roce se hizo norma. Y con ello llegaron las polémicas y un permisivo e irregular arbitraje de Augusto Aragón.
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Una primera parte de los reclamos y tensión
La primera jugada discutida surgió pronto: Mario Pineida fue a una pelota dividida y terminó raspando con dureza a Marcelo Meli, justo al borde del área. La amarilla pareció quedar corta para varios. Desde el VAR hubo revisión, pero no llamado. Para Aragón, y para los ojos del video, no era una acción que ameritaba la tarjeta roja.
¿ROJA O NO? || La fuerte entrada de Mario Pineida que le pudo costar la expulsión en el Clásico del Astillero pic.twitter.com/kiMiM4UeYc
— Ecuagol (@ECUAGOL) May 19, 2025
Después, Gustavo Vallecilla, defensor canario, fue protagonista involuntario de una mano dentro del área. El centro lo sorprendió. El balón le dio en el brazo. Los jugadores azules reclamaron penal con vehemencia. Otra vez, silencio del VAR. Aragón esperó un rato, consultó a su intercomunicador y siguió el juego. Más tarde, con gestos, explicó: la mano estaba abajo, sin intención ni volumen antinatural.
Analicemos la posición natural.
— F Mosquera (@FXMM1987) May 19, 2025
La mano izquierda está en posición natural, la derecha está ampliada. Vallecilla abre pierna y brazo para evitar el pase de Ruiz Gómez.
Ligeramente ampliada, sí, pero eso fue suficiente para cortar la jugada ofensiva.
Por eso debía revisarla https://t.co/PFDSXLfI8d pic.twitter.com/HRSRjIBNhg
El DT eléctrico, Jorge Célico, no lo entendió así. Se metió medio cuerpo en la cancha, gesticuló, exigió explicaciones. Las obtuvo, aunque no lo convencieron.
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En rueda de prensa cuestionó fuertemente la actuación del juez: “Acabo de revisar el penal claro de (Gustavo) Vallecilla, mano abierta. Es expulsión de (Mario) Pineida por la falta que le hace a (Marcelo) Meli, hay una jugada donde Vallecilla estaba con amarilla y tiene un inconveniente en un costado con Facundo (Castelli), hubiera sido la segunda amarilla”.
Posteriormente, a la salida del estadio, dijo: “Parece que (Aragón) entrena con Barcelona SC”.
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El capítulo final del primer tiempo también tuvo su polémica. Xavier Arreaga, capitán de Barcelona SC, recibió un pase incómodo, fue presionado por Juan Pablo Ruiz y lo derribó cuando el delantero se iba de cara al arco. Fue amarilla. Emelec pidió roja, argumentando que se estaba cortando una acción manifiesta de gol. El VAR, una vez más, avaló la decisión inicial del juez.
Emelec lo intentó, pero sin claridad. Y cuando la impotencia apareció, también surgieron los roces. En una jugada caliente, Vallecilla se encaró con el delantero millonario Facundo Castelli tras una falta. Aragón optó por la calma: sin tarjetas, solo advertencias. Aquella hubiera sido la segunda para Vallecilla.
La falta de Meli, que significó su segunda amarilla y posterior expulsión, a criterio del jugador, no tocó a Byron Castillo. Además, en declaraciones pospartido indicó que su primera amonestación fue por reclamar la tarjeta roja para Arreaga por su entrada sobre Ruiz Gómez. (D)