Esteban Dreer, fue una de las figuras destacas de Emelec, y parte fundamental del tricampeonato azul, ahora con 43 años y ya retirado de la actividad, el exportero habla de lo que fue su salida en 2020.

El apodado Rifle terminó su contrato con los azules en diciembre del 2019 y a inicios del año siguiente su vínculo no fue renovado y luego fichó por Liga de Portoviejo.

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“Estuve ocho años en la institución y me tuve que ir y jugar un partido para otro equipo para que la gente coree mi nombre en el estadio (Capwell) y eso lo esperé cuando estaba en Emelec. Lo esperé años antes, no llegaba nunca”, dijo.

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“Si había gente que coreaba mi nombre, pero de esa manera (durante una Explosión Azul) no pasó, pero todo el estadio coreó mi nombre y eso lo voy a llevar en mi corazón. No tengo resentimiento con el club”, añadió en conversación con radio KCHFM.

Y continuó: “Hoy como así a ese club le di la vida, porque le di de más, y no es que le di más porque me pagaron bien, le di de más porque tuve problema con mi familia porque no descansaba ningún partido. En 2013 se decía que estaba lesionado y que no quería jugar y me moría por no poder hacerlo, no volvía porque si me apresuraban recaía”.

En ese contexto, el Rifle insistió en que algunas ocasiones atajó con molestias físicas y reiteró sus mejores deseos para el club.

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“Jugué lesionado, enfermo, siempre jugaba por defender la institución y eso me lo guardo para mi, pero le di la vida. No estuve dos años en el banco de suplentes sacándole plata por ser capitán, creo que hasta el último día fui titular y uno de los mejores arqueros del 2019″, señaló.

“Siento que no le debo nada a nadie, ni Emelec me debe a mí. La realidad es que le deseo lo mejor, a la dirigencia, que pueda solucionar todos los problemas, que Emelec esté en los puestos de arriba y los que vengan puedan recuperar al club”, agregó. (D)