Carlos Alfaro Moreno es una de las figuras más emblemáticas en la historia de Barcelona SC. Su nombre está ligado a algunos de los momentos más memorables del club, tanto dentro como fuera de la cancha. En 1995 y 1997 fue campeón como jugador, una etapa en la que se consolidó como ídolo de la hinchada amarilla. Años más tarde, ya desde los escritorios, también levantó títulos: primero como vicepresidente en 2016 y luego como titular del club en 2020.
Hoy, en el marco del centenario del club que se celebra este 1 de mayo, Alfaro Moreno vuelve a ser parte activa del proyecto canario, esta vez como director deportivo. Su regreso ocurre en un contexto cargado de historia y también de exigencias, con el desafío de construir un equipo competitivo que esté a la altura de los 100 años de grandeza de Barcelona SC. Su experiencia, conocimiento del club y liderazgo lo convierten en una pieza clave para el futuro inmediato de la institución.
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En entrevista con EL UNIVERSO, Alfaro Moreno repasó los principales retos que enfrenta en esta nueva etapa como directivo. Además, reflexionó sobre los aprendizajes de sus ciclos anteriores, la visión que tiene para el desarrollo deportivo del club y el significado personal que tiene para él vivir este centenario desde adentro, con la camiseta amarilla en el corazón y la responsabilidad de honrar su legado.
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‘Yo me enamoré de Barcelona antes de llegar a Ecuador’
El Beto, como es conocido popularmente, arribó a Ecuador en 1994 para enfundarse los colores de Barcelona. Su garra y forma de juego lo llevaron a convertirse en ídolo del cuadro torero e incluso ser elegido como parte del once histórico del club dentro de su primer siglo de vida.
Sin embargo, nada de lo que ha conseguido desde que pisó suelo ecuatoriano se lo imaginó el actual director deportivo torero. Más allá del reconocimiento público, el cariño de los hinchas es una de las cosas más gratificantes que tiene el hecho de “haber realizado un buen trabajo con la institución”.
“Nunca soñé que en mi vida iba a cambiar de destino y ahora llevo más años viviendo en Ecuador que en Argentina. Si bien tuve un pasado glorioso como jugador en Independiente de Avellaneda, lo que vino después no lo tenía ni preparado ni soñado. Jamás consideré ser entrenador, pero lo dirigencial no estaba en el camino, sin embargo, hoy estamos acá, haciendo lo que me apasiona día a día”, remarcó Alfaro Moreno.
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“Siempre digo que me enamoré de Barcelona antes de llegar gracias a gente que quiero muchísimo, como Miguel Ángel Brindisi o Rubén Darío Insúa y también Marcelo Trobbiani. Ellos hablaban maravillas del equipo”, añadió.
‘Está en juego el prestigio y cariño de la gente’
Alfaro Moreno hoy cumple otro rol como dirigente en el cuadro del Astillero y pese a que ya en sus procesos anteriores ha tenido éxito, hoy tiene una nueva misión con el equipo, planteándose nuevos retos en busca de una nueva consagración a nivel local y quizás internacionalmente también.
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“Para mí, después de haber sido presidente, salir y luego que me digan que regrese, es un milagro de Dios. Entonces, yo cada situación de vínculo con Barcelona para mí es de absoluta responsabilidad. Cada vez que regreso al equipo siento que está en juego el prestigio, el cariño de la gente y cada vez que regresé me tocó ser campeón, así que lucharemos por otra estrella este año”, explicó el Beto.
“Hoy Alfaro Moreno tiene dos títulos como jugador y tres como directivo, porque además fuimos campeones femeninos en el 2023, a su vez dos semifinales de Copa Libertadores. Hoy podemos decir que uno de los chicos que trajimos de la escuela de fútbol de Esmeraldas a los 10 años a vivir y estudiar a Guayaquil se ha transformado en una de las transferencias más importantes en la historia del club. Hay que seguir creciendo. Es un equipo difícil, complicado, muy político, como todo equipo grande en los diversos países de nuestro continente, con muchas presiones que sabemos que nuestra obligación es, por la grandeza, por la historia, por estas presiones, pelear todo lo que jugamos y concientizar a la gente que está, que eso es obligatorio”, agregó el director deportivo amarillo.
‘Hoy tengo mis sueños y quiero volver a ser campeón’
En esta nueva etapa que está viviendo en Barcelona, Alfaro Moreno tiene un solo objetivo: volver a conseguir un título con los amarillos. Para el Beto, no hay nada que se le compare el ser campeón con el equipo más popular del Ecuador y ese es un legado que quiere dejarles a los hinchas canarios.
“Es un orgullo haber sido vicepresidente campeón y asimismo haber sido presidente campeón. Hoy tengo otro sueño y hoy quiero volver a ser campeón. Aquellos que hemos sido campeones con Barcelona hemos visto a la gente disfrutar de esa alegría en la calle olvidándose un rato de sus problemas. Es un lazo que nos une para toda la vida y queremos volver a vivirlo”, afirma Moreno.
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“Yo recuerdo esa noche del 29 de diciembre del 2020 cuando Barcelona fue campeón en Casa Blanca y debíamos estar encerrados en casa, pero todo fue fuegos artificiales. Eso es Barcelona, es pueblo. Ahora tenemos un gran compromiso que es dar la alegría a nuestra gente y eso tratamos de inculcárselo a cada uno a nuestros chicos todos los días”, añadió.
‘Somos tan buenos o tan malos según el partido anterior’
Más allá de estar peleando en los primeros puestos de Liga Pro y también una posible clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, varios hinchas no están a gusto con la forma de jugar de los toreros e increpan a Segundo Castillo, entrenador del equipo, de la falta de ideas en el medio campo y a la hora de atacar.
No obstante, para Alfaro Moreno, los aficionados se guían por los resultados para determinar qué tan bien o mal juega el equipo, pero asegura que esas son las exigencias de “estar en un club tan grande como Barcelona”.
“Somos tan buenos o tan malos según el partido anterior. Eso es Barcelona. Eso es Boca Juniors en Argentina, eso es Barça, Real Madrid en España. Esos somos los clubes populares. Y al contrario, en vez de renegar de eso, nos encanta, por lo menos a mí, yo trato de transmitir eso, de estar en un club con una exigencia donde no solo hay que ganar, sino hay que jugar bien”, admitió el directivo.
“Entonces, obviamente, si perdemos en casa un partido de Copa importante, pero de un equipo que creo que somos más, además de no estar contento, estoy molesto, estoy preocupado, estoy hasta enojado. Pero el otro día me tuve que levantar con el positivismo de transmitir que tenemos que seguir trabajando para mejorar. Ese es el mensaje que se le da al director técnico, seguir trabajando para mejorar”, indicó.
‘Un orgullo importante’
Pertenecer a la historia del club es algo que lo mantiene contento a Carlos Alfaro Moreno, pero ahora, en el centenario del equipo, además de vivirlo como hincha, lo tendrá que hacer como director deportivo del club, por lo tanto, el nivel “de exigencia es mayor al normal” y la idea del Beto es finalizar la temporada con todos los objetivos cumplidos.
“Es un orgullo importante después de todo este recorrido en diferentes áreas poder estar acá. Era otra de las premisas de ser parte de este centenario. Estoy agradecido, orgulloso. Pero para mí es importante que junto al centenario la gente sienta el orgullo de los triunfos y de ser parte equipo. Entonces, tiene que ir todo en la mano. Es un compromiso más de exigencia para que la gente disfrute”, sentenció el dirigente. (D)