La Corte Federal de Australia ha decidido desestimar el recurso de Novak Djokovic contra la cancelación de su visado, por lo que el número uno del tenis debe abandonar el país y no podrá defender título en el primer Grand Slam de la temporada. No hay posibilidad de una nueva apelación. Acaba así la pesadilla, el bochorno, el sainete, el show, el esperpento… doce días después de que Djokovic anunciara su viaje a Melbourne con una exención médica que le permitía competir, a pesar de no estar vacunado contra el coronavirus. Se han utilizado muchas palabras para definir este caso, que comenzó siendo una cosa y ha terminado convirtiéndose en otra muy diferente. Entre una y otra, Nole ha estado seis días detenido, ha tenido dos juicios, y ahora debe irse del Down Under con su reputación triturada.