Se hablaba en los bares, en las peluquerías, en las redacciones de diarios, en las oficinas, talleres, clubes, en todas partes y en el mundo entero. No había celulares ni Internet ni ninguno de los adelantos tecnológicos actuales. No fueron necesarios. Tal vez nunca un suceso deportivo trepó a este nivel de expectativa. ¿Pudo un combate de boxeo ser más importante que una final del Mundial de fútbol…? De hecho, creemos que sí. Posiblemente la final Inglaterra 4 - Alemania 2 de 1966 no alcanzó la repercusión del combate Ali-Frazier. Este se palpitó desde varios meses antes y la discusión se extendió por años. El 8 de marzo de 1971 el planeta quedó congelado esperando el desenlace de un episodio cumbre del deporte. Se lo vendió como “La Pelea del Siglo”, pero sobrepasó largamente el rótulo promocional: fue el choque de todos los tiempos. Todos nos pegamos al televisor.