Las sorpresas son la pimienta de los mundiales: les dan gracia, los prestigian. Las ha habido siempre, en distinta escala: medias, grandes y colosales, por encima de las cuales solo podemos colocar el Maracanazo de la Copa del Mundo de 1950, para lo que no hay más palabra que esa, Maracanazo, y con ella pasó a la historia.

La de Argentina ante Arabia Saudita podemos colocarla inmediatamente por debajo, junto a la final del Suiza 1954 (Alemania 3, Hungría 2), el Corea 1, Italia 0 de Inglaterra 1966 y no sé si alguna más. Argentina venía como una bala, después de 36 partidos invicta. La de Arabia Saudita es una selección cuyos jugadores militan en liga local. Que levante el dedo el que podía imaginar esto...

Y la cosa empezó divinamente para Argentina, con un penalti de esos de agarrón en el área de los que no se pitan, pero que Pierliuigi Collina ha decidido que sí se piten. Fue, digamos, un penalti preventivo, que transformó Lionel Messi con serenidad. Era su cuarto Mundial marcando (en Sudáfrica 2010 no mojó), lo que lo mete en el lujoso club de Pelé, Uwe Seeler, Miroslva Klose y Cristiano Ronaldo.

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Luego, con una defensa muy adelantada, Arabia Saudita recibió tres goles más, pero en todos hubo fuera de juego, uno de ellos por el mísero adelantamiento del hombro de Lautaro Martínez. Hay juguete nuevo para el VAR, que desde luego hizo un quite. Ya sabemos que esto va a ser así.

Tan fácil lo vio Argentina que salió en la segunda mitad a vaguear, y Arabia le marcó dos goles seguidos. Al pretender reactivar la máquina, Argentina notó los años, el desconcierto, la fe y la pierna fuerte de sus rivales, que se veían ante una gesta histórica.

Todos mirábamos a Messi, pero él también cumple años, y ante Arabia Saudí se quedó a medio camino entre lo que aún puede ser y lo que fue en esas goleadas europeas fuera de casa con el Barça, cuando paseaba cabizbajo y pesaroso. Todo junto provocó la primera sorpresa del campeonato, y dudo que pueda haber alguna mayor. Argentina falló el tiro más fácil el grupo. Le quedan México y Polonia. (O)