El futbolista ecuatoriano Billy Arce, autor de siete goles entre el 2019 y la temporada en curso, es el nuevo refuerzo del Club Atlético Peñarol. Así lo anunció este miércoles el más popular equipo de Uruguay. En otras épocas el fichaje habría sido sensación. Pero la irregular carrera de Arce, “con más escándalos que brillo”, como apuntó el lunes pasado el diario El País de Montevideo, y el presente discreto de la entidad carbonera hacen de la contratación una transferencia de segundo orden.

Peñarol no es hace 35 lejanos años lo que alguna vez fue para el fútbol mundial. Su condición de potencia está bastante menguada. En 1987 el decano del balompié charrúa ganó por última vez la Copa Libertadores, trofeo que fue a sus vitrinas en cinco ocasiones. Disputó la final de ese certamen diez veces, pero entre 1987 y el 2011 -casi un cuarto de siglo- solo clasificó a esa instancia en dos ocasiones. Además, la escuadra uruguaya tiene 40 años sin poder presumir como suya por la Copa Intercontinental (hoy llamada Mundial de Clubes de la FIFA).

Y aunque a nivel internacional ya no es protagonista de casi nada, el prestigio y respetabilidad de Peñarol están a salvo e intactos por la historia gloriosa que construyó el pasado gracias básicamente a un ecuatoriano: Alberto Spencer Herrera, que universalizó a los mirasoles.

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Y aunque extranjeros de alta categoría, y en vigencia, ya no llegan al fútbol de Uruguay como antes sucedió con el chileno Elías Figueroa, los argentinos Ermindo Onega y Luis Artime, los brasileños Moacyr y Manga, ni pueden ser repatriados desde Europa estrellas auténticas como Fernando Morena, los peñarolenses sueñan que se haga real lo que dice el himno del club: “siempre florece, año a año en primavera”. ¿Con esa ilusión lo esperan a Billy Arce?

Malos antecedentes

El País recordó el lunes que el esmeraldeño de 24 años “ha trascendido más en su país por sus comportamientos fuera de la cancha que por lo que ha hecho dentro de la misma”. En el Brighton de Inglaterra nunca debutó, en el Extremadura de España solo jugó cuatro partidos y no anotó goles. Y en Ecuador, en Emelec y Barcelona SC Arce mostró su peor cara al ser separado de los dos equipos del Astillero por indisciplina (como canario saltó de la información deportiva a la crónica roja al ser sentenciado a un mes de prisión por conducir ebrio).

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En todo caso, lo concreto por ahora es que Arce es el quinto tricolor que usará la camiseta de Peñarol. En enero del 2018 el rotativo arriba mencionado, en su suplemento Ovación, recordó con motivo de la incorporación de Fidel Martínez el paso de ecuatorianos en ese club. Habló de uno que tuvo “un pasaje histórico (Spencer)”, siendo fugaces la trayectoria de los restantes.

Miller Castillo

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“En verdad no hace tanto que un futbolista ecuatoriano estuvo en Peñarol, pero su pasaje fue tan fugaz y su participación tan escasa, que muchos no lo recordarán. Se trata de Miller Castillo. El ecuatoriano llegó a Peñarol en 2011 y estuvo en el club solamente seis meses. El delantero vino con condiciones de ser un jugador muy veloz para revolucionar el ataque aurinegro, pero pasó más (tiempo) en las divisiones inferiores del club que en la primera. Su estancia fue de junio a diciembre de 2011 para luego volver a su país, tras haber llegado a Peñarol proveniente del fútbol mexicano”.

Hoy Castillo está por cumplir 35 años y sin equipo. Además de Peñarol militó en la segunda división azteca en Atlético Mexiquense Lobos BUAP, y Alebrijes; también en Liga de Quito, Manta FC, Independiente del Valle, Deportivo Quito, Mushuc Runa, Guayaquil City, Deportivo Cuenca y Cumbayá.

Sigue el recuento de El País: “El anterior (ecuatoriano) a Castillo fue Polo Carrera. Llegó a principios de 1968 y se marchó a comienzos de 1970, recalando en River Plate de Uruguay. El volante tuvo una estancia un poco más prolongada, pero de todas maneras no pudo marcar una importante diferencia en el club luego de haber llegado proveniente del Barcelona de Guayaquil. Pese a eso, en su país y en la selección fue uno de los jugadores más destacados del fútbol ecuatoriano”.

Gloria aurinegra

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Y en cuanto a Cabeza Mágica, la mención fue extensa. “Si hablamos de ecuatorianos destacados y en Peñarol, llegamos al último nombre de esta lista y es nada menos que una gloria aurinegra: Alberto Spencer. Luego de pasar por el Everest de su país, donde anotó la increíble cifra de 101 goles en 90 partidos, Peñarol puso los ojos en él y terminó concretando su llegada en 1960″, se resaltó en la nota de hace cuatro años.

Y hubo más sobre el llamado Hombre del gol importante: “Sus diez años en el club lo convirtieron en una de las máximas figuras de la historia del club y quienes lo vieron jugar seguramente recordarán muchos de sus 326 goles con la casaca aurinegra, donde se alzó con ocho campeonatos uruguayos, además de levantar tres veces la Copa Libertadores y haberse consagrado campeón del mundo en dos ocasiones. Entre otras cosas, sus actuaciones consagratorias en Peñarol le valieron convertirse en el máximo goleador de la historia de la Copa Libertadores, logro que aún mantiene con 54 goles”.

¿Y Fidel Martínez?

El genial ecuatoriano arribó “como un predestinado” para liderar, en el popular club aurinegro de Montevideo, “todo un cambio de rumbo: del fútbol de comarca se pasó al fútbol mundial”, sentenció el periodista uruguayo Ricardo Lombardo en 1969 sobre Spencer.

Sobre Fidel Martínez, para El País el tricolor llegó a préstamo en el 2018 con “el objetivo de lograr al menos algo de lo que hizo Spencer”. En 15 partidos, durante un semestre, marcó cuatro goles como carbonero. (D)