El Everton hurgó en la herida que no consigue sanar el Chelsea y cerró su semana mágica con su tercera victoria en siete días (2-0), cimentada en los tantos de Abdoulayé Doucouré y Lewis Dobbin y en el gran desempeño de sus defensas Mykolenko, Tarkowski y Brantwaite, impenetrables en las intentonas del conjunto de Mauricio Pochettino.