El FC Barcelona no fue capaz de ganar al Inter de Milán como dueño de casa (3-3) y necesita casi un milagro para no quedar eliminado de nuevo en la fase de grupos de la Champions League. Este miércoles, tras la cuarta jornada de la competición, en el estadio Camp Nou el Barcelona se mostró de nuevo desdibujado, sin un plan claro y con una defensa porosa. Si no hubiera sido por la buena actuación de su arquero Marc André Ter Stegen, habría recibido un par de goles más.