A sus 22 años recién cumplidos, Gonzalo Plata se ha convertido, como el oro, en un valor seguro para Ecuador, que vive del vértigo del habilidoso extremo para romper las defensas rivales y pelear por meterse en octavos de Qatar-2022.

El joven guayaquileño llegó a Qatar con el objetivo de hacerse un nombre a nivel internacional y poco a poco, gracias a su desempeño y al de su selección, que solo necesita un empate ante Senegal el martes para meterse en octavos, Plata está dando de qué hablar.

El ‘19′ ecuatoriano cerca estuvo de coronar su actuación el pasado viernes contra Países Bajos con un gol que hubiese supuesto la victoria y la clasificación matemática para Ecuador.

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“El gol más importante de mi vida”

“Era el gol más importante de mi carrera, hubiera sido muy lindo, pero lamentablemente no se dio”, comentó Plata en zona mixta tras el partido, dejando clara también sus ganas de progresar: “Ahora queda afinar la puntería de cara al próximo partido”.

No marcó, cierto, pero el gol del empate de Enner Valencia al comienzo de la segunda parte, arrancó con una apertura de Plata a la izquierda para Pervis Estupiñán y el disparo de éste fue rechazado por el arquero, dejando muerta la pelota para que el capitán la empujase a la red.

En el descanso, al que se llegó con la ventaja momentánea de Países Bajos, los ecuatorianos cambiaron el chip para ir a por la igualada: “En el camerino hablamos de que podíamos ganarles, por mucho que se llamara Holanda”.

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Si por algo destaca el joven grupo formado por el seleccionador Gustavo Alfaro, es por el descaro de sus jóvenes: “Vinimos a demostrar que podemos pelear con cualquier selección de igual a igual y que no vamos a achicarnos ante ninguna selección”.

Exponente de esa nueva generación que augura muchos éxitos para el fútbol ecuatoriano, Plata reúne esos rasgos de irreverencia, coraje, persistencia y algo de temeridad que caracterizan a estos jóvenes de la ‘Tri’ que sueñan con hacer historia en Qatar.

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Tras aprender a jugar en la calle, después de ‘escaparse’ del colegio, pasó por la academia de Independiente del Valle, el club que además de una formación futbolística, le ofrecía una educación académica, algo básico para su madre Mónica Jiménez, quien tuvo que trabajar duro para sacar adelante a sus hijos, sola.

Con el ‘Matagigantes’ debutó en 2018 y, al mismo tiempo, comenzó a deslumbrar en los torneos internacionales sub-20, primero en el Sudamericano de Chile en 2019, donde Ecuador salió campeón, y después en el Mundial de Polonia, donde acabó como ‘Bota de Bronce’ después de llevar a su equipo al tercer puesto.

De Pucela a Qatar

También en 2019 dio el salto a Europa, al Sporting de Lisboa, donde llegó a debutar con el primer equipo, aunque durante toda la temporada estuvo acabándose de foguear en el filial del club lisboeta, reputado también por su centro de formación, de donde salieron estrellas como Cristiano Ronaldo y Luis Figo.

La temporada pasada fue cedido al Real Valladolid y contribuyó al ascenso a Primera División, categoría que está descubriendo este curso con el equipo pucelano, que compró sus derechos al Sporting y le firmó un contrato hasta 2027.

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Unas molestias musculares amenazaron con dejarle fuera del Mundial. En su primera conferencia de prensa en Qatar, Alfaro agradeció “al Real Valladolid, a su presidente Ronaldo y a su entrenador Pacheta como lo han cuidado y lo liberaron antes de tiempo sabiendo lo importante que es, para él y para nosotros, este Mundial”.

Hábil con las dos piernas, aunque es zurdo, puede jugar por ambas bandas, aunque prefiere hacerlo por la derecha para tener la oportunidad también de probar la potencia de su disparo, que le ha permitido ya lograr importantes goles, aunque esta faceta no sea la más destacada. También es importante en el aspecto defensivo, siendo el jugador de la ‘Tri’ que más corre por partido y el primero que comienza la presión al rival.

Lejos queda ya aquel ‘pecado de juventud’ que cometió al poco de llegar a Valladolid, cuando tuvo un accidente de coche conduciendo ebrio.

El Nuevo Zorrilla ya se lo perdonó y Plata quiere exportar ahora su magia a todo el mundo. (D)