El director técnico de la selección ecuatoriana de fútbol Sebastián Beccacece habló sobre su presente en el combinado nacional. El argentino analizó sus primeros meses en el cargo, marcó diferencias con ciclos anteriores y explicó la nueva identidad que busca forjar en una generación prometedora.
“El jugador ecuatoriano es físico, de gran despliegue… pero ahora también queremos sumar talento, precisión y creatividad en el medio”, dijo durante una entrevista con La Nación.
En ese punto, trazó un contraste con lo hecho por Gustavo Alfaro y la impronta que él quiere transmitir.
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“Él (Alfaro) les dio lugar a los jóvenes como (Moisés) Caicedo o (Piero) Hincapié, y llevó al Mundial a (Willian) Pacho sin haber jugado antes. Nosotros seguimos esa línea, pero apostando por otros nombres que Félix Sánchez no usaba: (Joel) Ordoñez, (Pedro) Vite, (Yaimar) Medina, (Nilson) Angulo”, expuso.
“Antes el mediocampo tenía más corte, con (Carlos) Gruezo y Caicedo. Hoy elegimos a Caicedo, Vite y (Gonzalo) Plata. Creo que ahí le dimos una vuelta”, añadió.
Beccacece también habló del componente emocional. Recordó el arranque con derrota en Brasil, el triunfo sufrido ante Perú y una atmósfera tensa: “Todo debía funcionar enseguida. Hoy hay calma. Reencontramos la conexión entre el jugador y el público”.
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Asimismo, reveló que antes ya había tenido chances de dirigir a Ecuador, pero eligió al Elche. Tras la Copa América 2024, volvió la opción y se entusiasmó.
“Era un riesgo, pero tenía una buena corazonada. Dirigimos diez partidos, todos por eliminatorias, ni un amistoso. Hubo que decidir en caliente”, apuntó.
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Ahora, con más tranquilidad, celebra que los futbolistas ecuatorianos ya no necesiten escalar desde México o Argentina para llegar a Europa.
“Hay talento y hay sueños; ojalá nos toque a nosotros concretarlos”, cerró. (D)