En un giro inesperado de los acontecimientos, Juan Ramón Verón, conocido como la Bruja y recordado por su legendaria actuación en la Copa Intercontinental de 1968 con Estudiantes de La Plata, vuelve a ser el centro de atención.
A sus 80 años recién cumplidos, el mítico goleador inició una nueva etapa de su vida al embarcarse en un romance con Agustina Amaro, una joven de 30 años.
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La noticia del sorpresivo romance se hizo viral en las últimas horas gracias a las publicaciones que Agustina compartió en Instagram. Estas publicaciones llegan en un momento emotivo para la familia Verón que ha estado celebrando importantes logros y aniversarios, incluido el cumpleaños 80 de la Bruja.
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Amaro no es una desconocida en el mundo del fútbol. Exjugadora de Defensa y Justicia, tuvo un paso por Estudiantes y se graduó como entrenadora el año pasado en la escuela Osvaldo J. Zubeldía (nombre del mítico DT de Estudiantes).
Fue en este ámbito en el que comenzó su relación con Juan Ramón (padre de Juan Sebastián Verón), cuyo apellido es sinónimo de orgullo en La Plata, ciudad que celebra sus cuatro Copas Libertadores.
“Solo vos y yo”, escribió Agustina en una de sus publicaciones dedicadas a Juan Ramón. En otro, tras la reciente victoria de Estudiantes en la Copa de la Liga, expresó: “Nada más lindo que compartir con vos, amor”. La pareja aparece en las fotos posando en la plaza principal de La Plata con la icónica catedral de fondo y una multitud de seguidores rojiblancos celebrando el trofeo.
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“Antes de que termine el día... ¡Gracias a todos por los saludos y el hermoso día lleno de emociones que le hicieron pasar a Juan! ¡Feliz vuelta al sol, amor!”, le escribió en marzo por el cumpleaños de Verón, retirado en 1981 luego de marcar 172 goles en el fútbol argentino y levantar cinco títulos internacionales, todos con el Pincha.
Este romance ha captado la atención de la comunidad y de los medios, no solo por la diferencia de edad, sino también por la emotiva conexión entre una leyenda viviente del fútbol y una joven que sigue sus pasos en el deporte.
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La historia de Juan Ramón Verón y Agustina Amaro es un recordatorio de que el amor puede surgir en los momentos más inesperados y que las leyendas, incluso fuera del campo de juego, siguen haciendo historia. (D)
