El doblete, que anotó en días pasados en el triunfo de Monterrey 3-0 en su visita a Mazatlán, le dio confianza al extremo ecuatoriano Joao Rojas.
El tricolor, en esta nueva temporada, ha tenido el respaldo del técnico Fernando Ortiz y ahora, tras una lesión, que lo tuvo casi un año sin jugar, espera contar con regularidad en el cuadro rayado.
“En realidad, tengo (apenas) 150 minutos (jugados) sumado todo el tiempo que tengo acá. Pasé ocho meses lesionado y con el anterior cuerpo técnico nunca fui una opción. No querían correr el riesgo de cometer un error por apresurarme (en la lesión)”, dijo.
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“Recién pude hacer una pretemporada, estoy agarrando mi ritmo. Tengo tres semanas con el nuevo cuerpo técnico”, añadió Rojas en rueda de prensa.
El futbolista señaló que tiene una alta expectativa por lo que pueda hacer esta nueva temporada e insiste en buscar ganarse un lugar en el conjunto rayado.
“Sí (hay expectativas altas). Confío tanto en mí, porque yo estoy seguro de lo que yo hago, lo que soy. Eso no va a cambiar nunca, por más de que he tenido buenos, malos momentos. Lo que pienso de mí, la seguridad que tengo es respaldada con base en el trabajo. Espero que este torneo pueda tener minutos, participación, y pueda ayudar a mi equipo y aportar. Ojalá que este torneo sea bueno”, precisó.
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“A mí, la verdad, me divierte mucho este sistema de juego, en el que los extremos interiorizan a jugar a espaldas de los contenciones. Tenía varios entrenadores con esa idea que hicieron en mí un mejor jugador, me ayudaron mucho en el tema de los perfiles, en ayudar a los extremos, a los laterales que sean profundos”, añadió.
Rojas es optimista que su situación en el club pueda cambiar, puesto que antes del inicio de la presente temporada, se mencionaba que era uno de los candidatos a salir de la escuadra rayada.
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“Siempre me emocionó, aunque al principio no tuve los minutos que en la pretemporada pensé que iba a tener. Se dio después en el partido con Mazatlán. Espero que ahora pueda ser diferente y que todo pueda ser para mejor”, precisó.
“No quiero sonar soberbio, pero siempre estoy en paz conmigo y en paz con Dios. En paz con el lugar a donde me lleve Dios. Siempre voy a estar convencido de que es el lugar y, si me tenía que ir, era un lugar que no era para mí; o si me tengo que quedar, es un lugar que es para mí. Aquí me voy a quedar a pelear y a demostrar lo que soy”, concluyó. (D)
