Tras confirmar el gobierno de Jair Bolsonaro finalmente la noche del martes pasado que Brasil albergará la Copa América 2021, en medio de los temores a una tercera ola de la pandemia en el segundo país con más muertos y una posible batalla jurídica en contra del torneo, las voces de protesta se han incrementado. José David Urbáez, miembro de la Sociedad Brasileña de Infectología, le dijo a la agencia de noticias AFP que “no hay cómo calificar la insanidad de intentar un evento de esa magnitud aquí”.