La selección de Bolivia atraviesa una situación delicada que podría tener consecuencias deportivas graves. Dos de sus jugadores, Ramiro Vaca y Boris Céspedes, fueron detectados con sustancias prohibidas durante el partido ante Uruguay de las eliminatorias al Mundial 2026, lo que ha encendido las alarmas dentro de la Federación Boliviana de Fútbol y en los organismos internacionales que regulan el dopaje.

Según informó Adrián Magnoli en Meca TV, la situación más comprometida es la de Vaca, quien dio positivo por ostarine, un agente que mejora la masa muscular. El resultado se dio tras un partido de Copa Libertadores y, desde entonces, el jugador ha sido suspendido provisionalmente mientras se aguarda la apertura de la muestra B.

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Por su parte, Céspedes, futbolista boliviano que juega en Suiza, fue señalado por uso de acetazolamida, un diurético que también figura en la lista de sustancias prohibidas por su capacidad de ocultar el uso de otros compuestos. Magnoli explicó que la medicación fue administrada para tratar síntomas de mal de altura.

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Como consecuencia de estos casos, tanto la FIFA como la Conmebol analizan sancionar a Bolivia con la pérdida de puntos en encuentros en los que ambos jugadores participaron.

En el caso más probable se habla de una resta de hasta siete unidades, que afectarían los resultados obtenidos ante Colombia, Chile y Uruguay en La Paz. Esta sanción podría modificar por completo la tabla de posiciones, ya que Bolivia pasaría de estar en la lucha por el repechaje a caer al último lugar de las eliminatorias sudamericanas.

El tema también ha puesto en entredicho el manejo interno de la FBF, sobre todo en lo relacionado con el control médico de los futbolistas. El caso sigue su curso en instancias disciplinarias, y se espera que las decisiones definitivas se tomen en las próximas semanas. (D)