El delantero peruano Paolo Guerrero, goleador histórico de la selección de fútbol de su país, comunicó a la directiva del club César Vallejo su intención de rescindir de manera unilateral el contrato que firmó este año, según un comunicado difundido el martes por el equipo de la ciudad peruana de Trujillo.
Se le han remitido al jugador “las obligaciones correspondientes a fin de no vernos afectados con penalidades contractuales asumidas”, entre ellas, con los patrocinadores, agregó el club.
Asimismo, el club negó que Guerrero, de 40 años, haya solicitado su salida antes de la Copa América, en la que el delantero participó hasta la eliminación de la selección bicolor en primera ronda.
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En su comunicado, el equipo añadió que lamentaba lo sucedido el pasado sábado, cuando Guerrero se negó a ingresar al campo durante el partido que disputaba ante Alianza Lima, motivo por el cual fue notificado para que presente sus descargos por infringir los reglamentos internos.
Subrayó que se regirá en estricto cumplimiento de la legislación nacional y la normativa FIFA, y confió en que “este impase sea resuelto en la brevedad posible”.
El lunes, el fundador del club, César Acuña, declaró que si Guerrero quería irse a otro equipo, “tendrá que ponerse de acuerdo con el presidente (del club)” para conocer cuáles son las condiciones para “poder dar por concluido ese contrato”.
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Añadió que “esta es una negociación, como fundador quiero que lleguen a un acuerdo de la mejor manera”.
El presidente del club es Richard Acuña, hijo del fundador, quien ya tuvo un inicio complicado con Guerrero, a comienzos de año, cuando el jugador denunció problemas de seguridad antes de empezar su contrato en el torneo Apertura.
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Aparentemente, el presidente Acuña estaba en contra de dejar libre a Guerrero y le recordó el pago de una indemnización por su salida antes del plazo de su contrato de un año.
En medio de esta nueva controversia, Guerrero, quien ha militado en clubes de Brasil, Alemania, Argentina y Ecuador, se dedicó el lunes a entrenar en solitario con un preparador físico en la sede del equipo.
El pasado sábado, Guerrero se negó a ingresar al campo cuando el técnico del conjunto, Guillermo Salas, lo llamó de la banca, mientras disputaban la primera fecha del Clausura contra Alianza Lima.
“No sé qué pasó. La necesidad y pedido del comando técnico era que se dé el cambio de Guerrero y decía que no estaba bien para ingresar. Conversamos con el presidente y directivos. Él estaba apto y no tenía ningún problema”, dijo Salas luego del partido, que acabó en una victoria para los limeños por 3-2. (D)
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