Romelu Lukaku apareció como el faro al que se agarraba Bélgica para estar en octavos de final, pero el máximo goleador de la historia de su selección -68 tantos- acabó fallando hasta cuatro ocasiones claras de gol, se fue llorando del terreno de juego y fue la Croacia de un Luka Modric sublime la que se plantó en octavos de final del Mundial de Qatar 2022.