El Consejo de la Federación Internacional de Natación (FINA) ratificó este martes la decisión de que nadadores rusos y bielorrusos puedan competir como neutrales, pero acordó que podría impedir su participación en determinados torneos si su asistencia amenaza la seguridad y el bienestar de los deportistas o pone en riesgo el desarrollo de la competición.