Marc Soler (UAE Emirates) se unió a la leyenda de los lagos de Covadonga con una sufrida victoria en solitario en la decimosexta etapa, que salió de la costa, en Luanco, para llegar a la cima asturiana después de 181,3 kilómetros, donde el australiano Ben O’Connor (Decathlon) se aferró por solo 5 segundos a la camiseta roja de líder.

“Después de muchos tiros al palo al fin pudo rematar. Dedico la victoria a mi mujer y a mis hijos; acaba de nacer el segundo”, dijo “míster fuga” Soler segundos después de haber logrado la victoria de su vida en un lugar sagrado del ciclismo español. El ciclista nacido hace 30 años en Vilanova i la Geltrú ha ganado en años pares: en 2020 en Lekunberri, en 2022 en Bilbao y ahora la tercera en Covadonga.

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Un triunfo por todo lo alto, en solitario, en el que alzó los brazos entre la espesa niebla y la lluvia, exhausto y emocionado, poniéndose el “chupete” en honor de su bebé de 3 meses.

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Marcó un tiempo de 4 h 44,46 min, a una media de 38,2 km/h. Batió dentro de la fuga del día al italiano Zana por 18 segundos y al joven británico de 21 años Max Poole por 23.

Por detrás, final eléctrico en la lucha por la roja. Los favoritos, con Carapaz, Enric Mas y Primoz Roglic, cruzaron la meta a 3,54. En ese momento el esloveno tenía 1,03 minutos para ponerse de rojo, pero O’Connor, un auténtico titán, llegó a tiempo de mantenerse al frente de la general por tan solo 5 segundos.

Otra etapa clave al archivo

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El mismo líder que subió al poder en la sexta etapa, pero con tintes de cambio próximo. El heroico O’Connor siente el aliento de Roglic en la nuca, y tiene a Enric Mas a 1,25, a Carapaz a 1,46 y a Mikel Landa a 2,18. Carlos Rodríguez es séptimo a 3,53.

Van Aert anima la fuga, se cae y se retira

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Desde el nivel del mar, en la marinera Luanco, hasta el corazón de los Picos de Europa, después de 4.085 metros de desnivel, la meta esperaba con una página de oro de La Vuelta abierta para el vencedor. “La etapa de los lagos”, una de esas jornadas con etiqueta propia. Este día llegó con ímpetu en el pelotón después del lunes de descanso.

Muchos intentos hasta que se formó la fuga del día con permiso del pelotón. En la expedición, que enseguida abrió diferencias grandes, se metieron 17 corredores, entre ellos Van Aert, quien sufrió una caída a principio, y Jay Vine, empatados en el premio de la montaña, Soler, Lazkano, Ion Izagirre, Del Toro... Un grupo de calidad por la etapa.

Van Aert y Vine tuvieron su “pique” particular en el ascenso al Mirador del Fito (1.ª, 7,1 km al 7,9). El belga le arrancó al australiano cerca de la cima y se llevó los puntos que le permitían recuperar el maillot de puntos. El pelotón pasó a 9,49, sin novedades.

Van Aert aprovechó el tirón para irse en solitario, pero cedió en su intento para unirse de nuevo al grupo camino de la Collada de Llomena (1.ª, 7,6 km al 9,3), donde se produjeron los primeros movimientos. De nuevo el belga coronó primero con 7 minutos respecto al grupo de los favoritos, donde atacaron sin mucha decisión Enric Mas y Landa.

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La bajada de La Llomena se tornó aún más peligrosa de lo habitual por la presencia de la lluvia. Riesgo de caídas. Van Aert, Zana y Del Toro se estamparon contra el mojado asfalto y contra la ladera. Con la rodilla destrizada, el belga se retiró de La Vuelta vestido con el maillot verde. Una pena para la ronda quedarse sin un corredor que siempre aporta espectáculo.

Exhibición de Soler, O’Connor sufre para seguir de rojo

Tras el paso por Cangas de Onís, la fuga se presentó al pie de la subida a los lagos de Covadonga (Especial, 12,5 km al 6,9) con doce corredores. Mayoría absoluta del UAE con Soler, Vine y Del Toro, ante una ocasión propicia para llevare una etapa prémium. El pelotón del maillot rojo a 6 minutos, sin síntomas, de momento, de revolución inminente.

De nuevo dos etapas. Por la victoria parcial y por la general. Dos batallas. Marc Soler desencadenó la fiesta delante, insistiendo en sus ataques hasta que se marchó a 4,5 de meta, dejando plantados a Poole y Zana. Lluvia, niebla, condiciones épicas, pero la posibilidad de lograr su tercera victoria en La Vuelta puso alas en el catalán.

“En la tercera arrancada ya no miré atrás, me fui directo”, resumió Soler en meta. Eso fue lo que hizo. Y por su insistencia y coraje, el intentarlo todos los días le hizo justicia.

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Por detrás, a 7 de meta, atacó Enric Mas, luego Landa, hasta que O’Connor se descolgó y quedaron delante los citados junto con Roglic, Carapaz y Gaudu. Comenzó una crono. El australiano sufría, pero resistía. Se fueron por delante los candidatos a las tres plazas del podio.

Mas lo intentó en hasta tres ocasiones: en La Huesera, en la cuesta del 16 %, en el Mirador de la Reina, pero no hubo manera de soltar a los rivales. Solo cedió Landa. Los demás llegaron de la mano a meta. Cronos en marcha. A 5 segundos del cambio de líder apareció O’Connor. Sigue de líder, pero La Vuelta toma color esloveno, el de Primoz Roglic. Sigue la emoción.

Este miércoles se disputa la decimoséptima etapa entre Arnuero y Santander, de 141,5 km. Jornada propicia para el esprint siempre y cuando los velocistas pasen airosos dos dificultades a mitad de recorrido, el Alto de la Estranguada (2.ª, 5,5 km al 8,7) y el Alto del Caracol (2.ª, 7,2 km al 6,2). (D)