¿Puede conectar un jonrón como lo hace Aaron Judge, el rey de los cuadrangulares en el béisbol de las Grandes Ligas? Ahora en Guayaquil, sin ser pelotero, o siéndolo, puede comprobarlo, intentarlo e incluso aprender a hacerlo sin dejar de lado la diversión. Desde una vía que no tiene relación con entidades oficiales se busca encender otra vez una chispa.

El béisbol tiene en Ecuador más de 100 años de historia. Empezó a jugarse en 1907 con un partido organizado para celebrar las fiestas de la independencia de Guayaquil, hasta ahora. El llamado “deporte de la pelota chica” se desarrolló hasta convertirse en uno de los más populares de la ciudad a través de los hoy desaparecidos torneos provinciales para mayores —que llenaban estadios—, cuyo declive se concretó en la década de los años 90.

Se contratan peloteros extranjeros que junto con los locales formaron escuadras formales en Emelec, Oriente, Liga Deportiva Estudiantil, Barcelona, Nueve de Octubre, Bravos de las Américas, Reed Club, Universidad Católica, entre otros. Incluso, Ecuador ganó dos veces títulos de Sudamérica (1963 y 1966).

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Máquina lanzapelotas

Castro ha puesto en marcha un proyecto innovador mediante una jaula de bateo (the batting cage), mediante la cual los usuarios pueden aprender y recrearse bajo la supervisión de expertos. No importa saber jugar o no.

¿De qué se trata este proyecto? The batting cage, llamada también túnel, es una zona semicerrada por una red que se usa para mejorar habilidades para hacer un swing, que es el movimiento que realiza un bateador con el objetivo de golpear correctamente la pelota. Estas instalaciones cuentan con máquinas lanzapelotas que disparan automáticamente a diferentes velocidades y ángulos, permitiendo a los jugadores ajustar y perfeccionar su swing.

Se imparten clases personalizadas de 8 o 10 horas de duración para infantes o mayores, propuesta que es “adaptable” a las necesidades de los clientes. Foto: Jorge Lozada S.

En una charla con EL UNIVERSO, Juan Andrés Espinel y Stiven Castro explicaron su propósito, que inicialmente nació “por amor al deporte”, pero que ahora tiene un fin mayor: “Tener en Samborondón una liga como la que existe en Miraflores”.

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Mujeres y niños beisboleros

“Comenzamos a ver el tipo de gente a la que podíamos apuntar. Al principio pensamos en público adulto y revivir un poco el interés de las generaciones beisboleras de las décadas de los 70 y 80, y atraer a esa fanaticada que tuvo Guayaquil. Pero después nos dimos cuenta de que hay mujeres y niños que juegan béisbol en la ciudad y se agrandó el concepto hasta aterrizar a lo que hoy es The Batting Cage”, explicó Espinel.

Este emprendimiento está dirigido a niños, adolescentes y adultos que deseen realizar algo de cardio como ejercicio. Foto: Jorge Lozada S.

A la altura del kilómetro 6,5 de la vía a Samborondón se ubica Driving Range, donde está situado este emprendimiento dirigido para niños, adolescentes y adultos que deseen realizar algo de cardio como ejercicio. Además, se imparten clases personalizadas de ocho o diez horas de duración para infantes o mayores, propuesta que es “adaptable” a las necesidades de los clientes.

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Béisbol en Samborondón

Pese a que de momento el emprendimiento es netamente recreativo, el fin no es solo entretener; va más allá de ello. Espinel y Castro tienen como meta poder ayudar a crear ligas de béisbol en Samborondón, no solo para que los menores de edad practiquen este deporte en el que antaño Guayas fue potencia.

“Hay colegios que quieren o ya sacaron equipos, pero no tienen la infraestructura o la cancha cerca, y muchos padres, por cuestiones de distancia o lastimosamente por la inseguridad, no pueden desplazarse desde Samborondón hasta las ciudadelas Miraflores o la Kennedy. Queremos pedirle al Municipio o al Gobierno, con el que hemos tenido cierto acercamiento, tener una cancha aquí, para que los niños, los colegios y también los adultos practiquen béisbol”, comentó Stiven Castro.

Agregó, finalmente: “El béisbol no es de una clase social específica; el béisbol no es de un grupo determinado; les pertenece a todos. Los países que están alrededor del nuestro dieron pasos hacia adelante. Nuestro objetivo es conseguir que este deporte deje de ser una cosa nostálgica y que regrese al presente, como opción viable para la juventud”. (D)