Fueron 11 meses de entrenamiento y preparación que se perdieron por un mal manejo de tiempos en la agencia de viajes y el “egoísmo” de un porteador pakistaní que dejó al montañista ecuatoriano Santiago Quintero sin la posibilidad de conquistar el K2 (8.611 metros), la segunda montaña más alta del mundo, ubicada en la frontera de Pakistán y China.