A finales de febrero, Tiger Woods sufrió un grave accidente de tránsito en Los Ángeles que le provocó una serie de fracturas y heridas severas en las piernas. El golfista fue hospitalizado durante varias semanas y recibió el alta médica hace unos días. Pero ahora, aunque se encuentra lo suficientemente estable como para proseguir su recuperación desde casa, otro asunto bien distinto podría empezar a darle quebraderos de cabeza.