Con el paso de las jornadas, el extraño incidente del pasado 30 de diciembre se va aclarando. Un vehículo, el 260 para traslado de mecánicos y piezas, con seis personas a bordo, todos ellos miembros del equipo Sodicars, sufrió un accidente en las inmediaciones del Hotel Donatello de Jeddah, publica diario Marca de España

Como resultado, cinco de ellos resultaron ilesos, pero el francés Phillipe Boutron, presidente de la US Orleans, equipo de tercera división francesa de fútbol, sufrió heridas importantes en las piernas de las que tuvo que ser operado y repatriado a Francia, donde fue ingresado al Hospital Militar de Clamart.

El vehículo se detuvo de forma repentina a causa de una explosión, aunque el origen de la misma es aún desconocido en estos momentos, sin descartar ninguna posibilidad, incluyendo un acto malicioso”, decía la organización y aseguró que se reforzaba la seguridad. Aún siguen investigando junto con la Policía saudí lo ocurrido y no hay veredicto oficial aún.

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Sin embargo, para el copiloto Mayeul Barbet la cosa está bastante clara: “¡No fue un accidente sino un atentado con bomba a pesar de la insistencia de las autoridades saudíes que mantienen la tesis del accidente y la explosión del motor!”.

Para Barbet, “la bomba colocada debajo de los pedales explotó después de haber recorrido 500 metros después del hotel. En ese momento éramos seis ocupantes, nos quedamos conmocionados y sin movernos. Entonces el coche empezó a incendiarse y Philippe me pidió que fuera a ayudarlo a levantarse del asiento. ¡Ya no sentía las piernas! Vi la magnitud del daño ayudándolo y teniendo nociones de primeros auxilios, inmediatamente le hice torniquetes porque estaba perdiendo mucha sangre”.

“La ambulancia llegó unos veinte minutos después... Entonces todos respondieron. La organización alertada por Richard (González), el servicio médico, el consulado francés... Luego nos pidieron que no habláramos de eso, lo cual hicimos”, asegura.

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Miedo

El resto del equipo Sodicars Racing sigue en carrera aunque Richard González, al frente del camión 548, asegura que dentro de la cabina “todos saltan al menor ruido”. También reveló que fue Boutron el que le insistió para competir.

Otro de los integrantes del equipo, Joel Pally, aseguró a su regreso a Francia que “de repente, los airbags estallaron. El vehículo siguió avanzando 100 metros, antes de detenerse por sí solo. Empezó a oler a quemado. Salimos muy rápido, excepto Philippe al que tuvimos que sacar porque el camión comenzaba a arder. Su copiloto reaccionó increíblemente ya que estaba perdiendo mucha sangre”.

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Pally escapó físicamente ileso de la explosión, pero mentalmente no: “Quieres llorar. Lloras (...), hay fotos que no puedes contar. Que lo llamen como quieran, pero de hecho es un acto malicioso. Un artefacto explosivo que se colocó allí”. (D)