La tenista francesa Alize Cornet, que participa estos días en Wimbledon, desveló un brote de COVID-19 en Roland Garros que fue tapado por los propios jugadores y reclamó un tratamiento diferente a los casos que presentados en el Grand Slam londinense, donde Matteo Berrettini y Marin Cilic se han tenido que dar de baja por positivo.