“Es un triunfo para Ecuador y toda América Latina. Ganar en el Tour es increíble, es la mejor carrera del mundo, donde vienen los mejores”. Palabras de Richard Carapaz (El Carmelo, 29 años) nada más lograr en Superdévoluy, en los Alpes, el gran sueño perseguido desde que empezó a montar de niño en una bicicleta recuperada de la chatarra.

Un sueño que se une a otros ya logrados, pero especial para Richard Antonio Carapaz Montenegro, nacido en una pequeña parroquia del cantón Tulcán, en la provincia del Carchi. El hijo de Antonio y Ana creció en el campo y empezó a soñar desde pequeño gracias a un enorme cargamento de chatarra que su padre trajo a casa.

La emoción de haber vestido el maillot amarillo en Turín el pasado 1 de julio incluso se superó con el primer triunfo de etapa de un ecuatoriano en el Tour de Francia. Había ganado tres en la Vuelta y tres en el Giro, además de la maglia rosa en 2019 y el título olímpico en Tokio 2021, pero faltaba la guinda. En Superdévoluy, Carapaz ingresó en el “club de las tres grandes”.

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La Locomotora de Carchi nunca paró en estaciones cómodas. Nació en un país apartado de la tradición ciclista, y la primera bicicleta que tuvo se la robaron. Aquello fue un trauma grande, pero Richard no se rindió. Tampoco su familia. En agosto de 2003 cambió todo.

Richard estaba trabajando en el campo cuando Antonio Carapaz se presentó en casa con un montón de chatarra que traía de la ciudad de Lago Agrio (provincia de Sucumbíos). Estando con sus hermanas, Marcela y Cristina, Richard miró el cargamento para ver qué encontraba entre aquel montón de chatarra.

¡¡Encontró una bicicleta BMX!! Eso sí, en muy mal estado: oxidada, sin asiento y con las ruedas desinfladas. Su papá le dijo que no servía para nada, aunque Richard se empeñó para dejarla en buenas condiciones. Utilizó partes de otras bicicletas que había en aquel cargamento para armar la bicicleta y parte de sus sueños.

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Juan Carlos Rosero, el motor de un soñador

Con esa bici Richard iba al colegio, hacía recados familiares y salía a pasear. Siempre en las altas y frías montañas del norte ecuatoriano, a más de 3..200 metros de altura. Las duras pendientes y el frío forjaron al pequeño Richard, así que fue haciendo pasos para encarar su carrera.

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A los 15 años apareció ante Richard una figura clave, el exciclista Juan Carlos Rosero. Este hombre fue su mentor, le dio muchos consejos y lo invitó a formar parte de la escuela que había creado. Ese fue el primer contacto de Richard con la competición.

Más tarde se unió al equipo aficionado Panavial – Coraje Carchense, y en 2013 logró su primer triunfo en el Campeonato Panamericano Sub-23 y también en la Vuelta a Guatemala.

Un atropellamiento a punto de truncar su vida

Las etapas en la vida de Richard Carapaz nunca fueron fáciles. El frío, los puertos y la altura de su tierra jamás fueron tan duros como el episodio que le tocó sufrir en 2014. Richard fue atropellado y estuvo seis meses fuera de las carreteras. Los médicos pronosticaron que era muy probable que no pudiera volver a caminar, y casi nadie creía que podría volverse a subir en una bicicleta.

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Pero Richard remontó y volvió para retar a la vida. Pese a todas las adversidades, logró recuperarse y en el 2015 viajó a Colombia para correr con el equipo local Strongman-Campagnolo.

Se convirtió en el primer extranjero en ganar la Vuelta de la Juventud de ese país, además de una victoria de etapa en el mítico clásico RCN. Su progresión y maneras sobre la bicicleta llamaron poderosamente la atención de los ojeadores europeos, quienes inmediatamente le ofrecieron irse al Viejo Continente.

Carapaz llega a Europa

En 2016 Richard Carapaz dejó Carchi para llegar a España y hacer una prueba de tres meses en las filas del conjunto Lizarte de Juanjo Oroz y Manolo Azcona. Un equipo español de los mejores formadores de ciclistas a nivel nacional. Richard pronto empezó a aprovechar sus oportunidades y a demostrar sus habilidades.

El primer gran triunfo de Richard Carapaz en Europa fue la Vuelta a Navarra, una de las pruebas más importantes a nivel nacional. Además, el carchense consiguió un triunfo de etapa. Con esos triunfos, Richard logró la primera victoria ecuatoriana en Europa.

Eusebio Unzué, mánager general del Movistar, se fijó en ese joven de Carchi y le ofreció un contrato para entrar a formar parte del conjunto telefónico. Con este maillot, y en su primer año, fue segundo en el GP Industria & Artigianato por detrás de Adam Yates.

Meses más tarde disputó su primera grande: la Vuelta a España, siendo el primer ecuatoriano en competir en una gran vuelta por etapas. Richard acabó en el puesto 36 de la general, pero fue protagonista en varias escapadas.

Cumbre en el Giro de Italia

El año 2018 fue de los que Richard Carapaz tiene marcados en rojo. Después de correr La Vuelta a España, Unzué lo convocó para correr el Giro de Italia, su carrera favorita. La edición salió de Israel. En la sexta etapa Carapaz ya demostró sus condiciones y estuvo con los mejores en el exigente final en el Etna. Sin embargo, dos días más tarde, Carapaz consiguió su primer triunfo en una vuelta por etapas en Motevirgine con el jersey de mejor joven de la prueba.

Pero Richard no se conformó con la victoria de etapa y al llegar a Roma, la ciudad eterna, Carapaz concluyó cuarto en la general de un Giro dominado por Chris Froome. Carapaz se quedó a 47″ del podio, pero el año que viene volvería por algo más grande.

Totalmente grande. En 2019 Carapaz no comenzó el Giro como líder del equipo, pero aprovechó sus oportunidades y se llevó el triunfo final en el anfiteatro de Verona. Richard se convirtió en el primer ecuatoriano en ganar una gran vuelta y en el tercer latinoamericano luego de Lucho Herrera y Nairo Quintana, ambos colombianos.

Del Movistar al Ineos

El éxito en el Giro desató un aluvión de ofertas por Richard, entre ellas, la del Team Ineos, la escuadra con más presupuesto y títulos del pelotón internacional. El carchense no se lo pensó y se unió al conjunto británico, dominador de las grandes vueltas en la última década.

Debutó en el Tour Colombia, donde compartió equipo con Egan Bernal, último ganador del Tour de Francia. Entonces, en la misma prueba coincidieron como compañeros de equipo los dos últimos vencedores de Giro y Tour, respectivamente.

El COVID hizo mucho daño a todo el mundo y el calendario ciclístico paró a finales de febrero. Sin embargo, se reanudó en julio con la Vuelta a Burgos, donde Carapaz estuvo con los mejores pese a estar preparándose para el Giro, todavía lejano.

Tras la Vuelta a Burgos, Carapaz regresó a la competición unos días más tarde en el Tour de Polonia. Allí el carchense sorprendió al resto de favoritos en una llegada explosiva a Bielsko-Biala y consiguió su primer triunfo con el Ineos.

Lamentablemente tuvo que abandonar la prueba tras sufrir una caída al día siguiente, para poderse recuperar de cara al Giro d’Italia 2020.

En el Ineos el principal objetivo para el ecuatoriano era el Tour de Francia, máxime cuando la escuadra había dejado fuera a figuras como Chris Froome y Geraint Thomas, ambos vencedores en antiguas ediciones.

Al mismo tiempo, Richard Carapaz ocupó la plaza vacante y unos días más tardes viajaría a Francia para disputar su primer Tour de Francia y hacer otra vez historia. El primer ecuatoriano en la Grande Boucle, y además con triunfo de etapa “compartida” con su compañero polaco Michal Kwiatkowski. Al final decimotercero y segundo de la montaña, solo superado por Tadej Pogacar.

El año 2021 tuvo sombras, pero muchas luces. En el Tour de Francia se subió al tercer escalón del podio, y en la Vuelta se retiró en la decimocuarta etapa. El éxito le llegó en forma de oro en Tokio, campeón olímpico en ruta.

En su última temporada en el Ineos, año 2022, Carapaz brilló en la Vuelta con tres triunfos de etapa y el premio de la montaña, y en el Giro fue segundo en el podio. Aquel año recibió otra oferta de trabajo. El EF Education llamó a su puerta.

Con su nuevo equipo, Carapaz no tuvo buena temporada, apenas dos victorias, campeón nacional en ruta y del Mercan Tour, resultado que le obligó a plantearse la temporada 2024 como un reto para volver a los senderos de gloria.

Se cierra un círculo, se cumple un sueño

La temporada actual empezó con otro título nacional y el segundo puesto en el Tour Colombia. La retirada en Romandía sembró dudas, y fue descartado por la federación de su país para defender su título olímpico en París. Un palo duro, pero la temporada continuó.

Con la vista puesta en el Tour, la Locomotora llegó a Turín y se enfundó el maillot amarillo de la Grande Boucle. Un nuevo regalo para su país. Pero faltaba un triunfo individual. Lo buscó Richard en los Alpes y lo encontró a lo grande. En solitario. Un círculo quedaba cerrado para siempre. Y un sueño cumplido. (D)