Era el 18 de mayo de 1994 y todo apuntaba en Atenas a que el excelso Barça de Johan Cruyff se proclamaría campeón de Europa y esto fuera la guinda de aquel elenco azulgrana que entonces ya era conocido como el Dream Team. Pero el holandés, un revolucionario del fútbol, no contaba ni en los peores escenarios de su extensa imaginación con el 4-0 que finalmente le propinó aquella noche el AC Milan de Fabio Capello.