Si la casa de la reina de la prensa rosa hablara, podría producirse una serie de varias temporadas. La presentadora de televisión Marián Sabaté está lista para vender su vivienda, si llega obviamente el comprador ideal. Sin embargo, hasta que esta transacción ocurra, la rubia animadora arma un tour pagado para sus más fieles seguidores, quienes deseen conocer el interior de su casa, antes de que sea vendida.

En su residencia, ubicada al norte de la ciudad dentro de una urbanización privada, varios son los momentos que ha compartido con amigos y compañeros del medio. Sabaté nos recibió luego de su intervención en el programa Hackers del espectáculo, de Ecuavisa, donde es panelista. En este espacio ha vivido durante quince años, luego de haberle comprado el inmueble a un pastor evangélico.

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Cuadros, retratos pintados a manos, revistas en las que ha aparecido sola o en familia, la casa Sabaté guarda cada etapa de la vida personal y profesional de la comunicadora española radicada en Ecuador y que el público, de distintas generaciones, ha acompañado.

“Mi primera casa propia me la compré en el Bim Bam Bum, con la liquidación de RTS (Telesistema). Me liquidaron y me compré esa casa, de ahí vendí esa y di la entrada para esta”, recuerda sobre la propiedad que adquirió cuando estaba con el programa Noche a noche con Marián, en el desaparecido Canal Uno.

Actualmente, la presentadora vende el inmueble por $ 230.000 aproximadamente. “Si no me sale nadie que me la compre, es porque Dios no quiere que la venda y tendré que seguir viviendo en ella. Tampoco es que hay una necesidad, y tampoco es que me voy a España huyendo de nada, voy a ver a mi tío que está enfermo con una falla renal aguda y estoy invitada a un desfile para la comunidad ecuatoriana en España”, aclara.

¿Por qué decidió vender la casa?

Porque es mucha casa para dos personas, yo solo vivo con mi hijo, mi hija se va a vivir a Panamá. Tengo un jacuzzi, no lo uso pero necesita mantenimiento. Tenemos barbacoa pero no hacemos mucho, ya no farreo, no hacemos fiestas. El bar ya está pelado porque me retiré de la vida de las fiestas.

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La venta también se da, según ha dicho, para poder pagar deudas pendientes...

Claro, quién no tiene deudas después de la pandemia. A mi mamá le debo la vida, pero a las tarjetas de crédito, esta vida y la otra. Me compro algo más pequeño y me pongo un emprendimiento, no tienda, nada físico porque después me vacunan.

Con la pandemia, como yo no era tecnológica, me quedé sin trabajo y quedé con muchos problemas en las tarjetas de crédito. Vengo arrastrando esa situación, pero es como todos que tenemos deudas. No me estoy muriendo de hambre, no estoy hundida en la miseria, ni soy indigente, ni hundida en las deudas, ni es la mansión, es una casa común y corriente, cómoda y grande.

¿Ha pensado en arrendar su casa, en lugar de venderla?

Sí pensé, quizás en el alquiler, en lugar de vender. De alquilar todo amoblado y yo irme a una suite, puede ser, nada está dicho. Ahora, gracias a los medios, ha subido de precio (la venta). Mi casa tiene cinco habitaciones.

En redes sociales se preguntan ¿por qué no ahorró ?

Yo ahorré en mi momento, con eso me compré mi casa. Yo ahorré, en la época en la que ganábamos bien en la tele, como Mariela Viteri o Erika Vélez, ganamos un montón. Yo tengo cargas a mi haber, familia en España que mantengo, mis hijos a quienes ayudo en todo lo que puedo, siempre he sido muy noble y suelta con las manos por las causas sociales. He vivido como una reina, he viajado, y he vivido de lo mejor, así que no ha habido despilfarro alguno. Nunca he tenido una pareja que me ayude, todo lo he hecho yo sola, he sido mamá y papá, la que provee en mi hogar, no he sido ‘remona’ ni he sido de que los hombres me mantengan. Por eso cuando vino la pandemia, quedé un poco endeudadita, pero no pasa nada, uno sale de eso. Tengo por suerte la ayuda de la señora que viene a mi casa, Benedicta. Ella me salva de todo.

Si el dormitorio de Marián hablara, ¿qué dijera?

Marián, Marián, Marián, Marián. Aquí hago casi toda mi vida, tengo microondas, en el baño tengo una refri. Mi hijo dice que solo necesito una resbaladera para irme directo para la calle.

Tour pagado

Sabaté asegura también que prepara un recorrido para que sus seguidores puedan conocer su casa. Este tour tendrá un costo e incluirá sangría y paella. “El house tour incluirá foto, comida que será paella, sangría y el libro de recetas de mi madre, que hice en su honor y que además tiene fotos mías y de mi álbum familiar”, comenta.

De esta actividad, que planea hacerla dentro de quince días, aún no tiene definidos los detalles. “No puede venir cualquiera, vamos a ver cómo nos va con la primera visita, tengo que tener seguridad, meseros. La idea es que por $ 30 vengas, conozcas, te tomes tus fotos, tomes tu sangría, disfrutes tu paella y salgas con tu libro de recetas”, agrega.

Para separar un cupo en el tour, puede comunicarse al 098 588 9165 o por mensaje directo en Instagram.

Marián Sabaté planea hacer un recorrido en su casa, que tendrá un costo e incluirá sangría y paella. Foto: Francisco Verni Foto: Francisco Verni Peralta

El clóset de Marián

Este espacio donde guarda su ropa, zapatos y accesorios tenía un tamaño convencional. Hace seis o siete años lo amplió para poder ubicar y organizar sus pertenencias de mejor forma. Antes, aclara, era el dormitorio de su hijo. Ahora cuenta con aire acondicionado. Aquí también graba sus videos para redes sociales.

Si bien en plataformas digitales, los usuarios decían que debería regalar ropa que anteriormente desechó, Sabaté recalca que no lo hizo porque eran prendas que ya no eran de buena calidad. “En el clóset hay otro baño, antes en el clóset poníamos música y nos reuníamos aquí, en lugar de ir a la sala, íbamos a mi clóset”, menciona.

Su amplio guardarropa, admite, es gracias a las colaboraciones, canjes y regalos que ha recibido. “En mi casa, viví con el que era mi esposo, Kikín, y también estuvo un tiempo mi último ex, Ulises”, señala.

Su lugar soñado

Más que una vivienda de grandes proporciones, Sabaté piensa en el espacio en total. “Me gustaría algo en vía a la Costa, algo pequeño, hay una casa al lado de la casa de Mauricio Herrera. Divina. Tiene mucho espacio para huerto y áreas libres, con que la casa tenga dos habitaciones, dos baños y uno de visitas, tengo”, dice. (E)