Vive en Estados Unidos hace diez años y desde hace dos ingresó a la Fuerza Aérea de ese país. Mariale o @mamasinculpas como se presenta en su cuenta en TikTok es una madre latina de cuatro niños que decidió cumplir su sueño de hacer carrera militar.
Mariale tiene 31 años y nació en el estado Táchira, en los Andes venezolanos. Vive en Montana con su esposo y sus hijos, pero por su trabajo en la Fuerza Aérea, uno de los seis componentes de las fuerzas armadas estadounidenses, pasa mucho tiempo fuera de casa.
Esta madre latina ha querido labrarse un camino profesional y por eso ingresó a la Fuerza Aérea. Pero es claro que ser mujer y madre representa un doble desafío cuando de una carrera como la militar se trata, pues hay momentos que se siente atacada por la culpa de perderse momento junto a sus hijos.
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“Extraño a mis hijos”
La imagen que la mayoría tiene en su cabeza sobre las madres es que deben ser seres consagrados a la maternidad y renunciar a sus aspiraciones personales, pero nada más lejos de la realidad.
Mujeres como Mariale, quien cuenta parte de sus experiencias en la Fuerza Aérea en su cuenta en TikTok, se labran su camino en la vida y más bien quieren que sus hijos crezcan viéndoles desarrollarse profesional y personalmente.
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Dicho esto, pese a tener claridad en lo importante que es cumplir sus metas profesionales, Mariale confiesa que en ocasiones tiene días “no tan buenos” en los que se cuestiona si estar ausente de casa sea lo mejor.
“Ya llevo un tiempito fuera de mi casa y me está empezando a pegar más, extraño a mis hijos, a mi familia, a mi casa”, cuenta en uno de sus videos que hizo para “desahogarse”.
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“Me siento bastante sola y nada más pensar que este tiempo que no voy a estar en mi casa mis hijos van a seguir creciendo me pone mal”, confiesa.
“Siempre que hablo con ellos los veo más grandes”
“Me estoy perdiendo una etapa de sus vidas me pone peor.... siempre que hablo con ellos los veo más grandes”, asiente Mariale, que no obstante sigue firme en sus proyectos profesionales y más adelante incluso piensa formarse en el campo de la salud mental.
La culpa suele acompañarla en este camino, admite.
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“A veces me siento culpable por haber escogido este trabajo, por tener que irme de mi casa un tiempo porque ellos están chiquitos y no lo entienden”, prosigue al hablar de sus pequeños que por protección no muestra en redes sociales.
Los señalamientos externos nunca faltan y los ha aguantado desde que decidió raparse el cabello porque le gusta llevarlo así, o cuando se tatuó y también cuando comenzó a usar piercing, que se retira cuando está en su trabajo, por cierto.
“Esto me hace debatirme entre sí, soy mamá, pero también soy mujer y también quiero sentirme realizada como mujer, simplemente no estoy teniendo un buen día hoy... sé que este momento pasará, como todo en la vida, pero hoy necesitaba drenar”. (I)