Los delincuentes no descansan. Siempre andan pescando momentos para dar sus zarpazos. En Estados Unidos un hombre se hizo pasar por oficial de Migración y le hizo creer a una mujer que su esposo estaba enfrentando serios problemas al no presentarse a una cita en una Corte como jurado.
Ese supuesto agente de Migración la contactó por teléfono y en ese momento inició la trama para estafarla.
Esta es una nueva modalidad de fraude y las autoridades están al tanto en Estados Unidos.
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Aumentan las estafas de falsos abogados de inmigración en Estados Unidos, ¿cómo protegerse?
Se trata de delincuentes, de estafadores, que engañan diciendo que trabajan en las cortes y exigen dinero. Algunos piden altas cantidades en dólares y a la hora de entrega piden que se los depositen en bitcoin.
Así trataron en estafar a una familia latina en Georgia
El “susto” de la llamada, como lo describe, paralizó a Antonia Guzmán, quien vive cerca de Atlanta, Georgia.
Ese hombre le comunicó que por el caso el esposo tenía una multa de 3.200 dólares y por no presentarse ante el juez tenía una sanción de 10.000 dólares.
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Si no pagaba, “su esposo será arrestado”.
“No cuelgue el teléfono. Siga todo lo que le estoy diciendo”, le pidió.
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A Antonia Guzmán, quien narra su dramática experiencia a Univisión, dice que la “llamaron de un numero desconocido”.
Guzmán relata que no tenía esa cantidad de dólares, pero se movilizó para buscarlos. Atendió los requerimientos del misterioso oficial. Del impostor.
El hombre también se comunicó con la hija de Antonia.
Sabía los movimientos de la familia. Al verlos cerca de la Corte le dijo a la hija de Antonia Guzmán: “Dígale a su papá que no entre. Si entra, lo van a arrestar de inmediato”.
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“Deposítelos en bitcoin”
Ese sujeto les pidió minutos después que se trasladaran hasta una gasolinera para dejar, en ese lugar, el dinero que les exigía.
“Deposítenlo en una máquina de bitcoin”, les pidió después.
Ya, con el raro mensaje, Antonia Guzmán abrió los ojos. Echó el susto a un lado y contactó a la Policía.
El agente enseguida le señaló: “Señora, no haga ninguna transacción. Eso es un fraude”. (I)