¿Te ha pasado que compras fresas perfectas y al segundo día parecen un experimento de laboratorio? El problema no está en la calidad de la fruta, sino en donde se guardan.
Publicidad


Meter las fresas directo a la nevera es uno de los errores más costosos que muchos cometen sin darse cuenta. El frío cambia su sabor y textura.
Publicidad
¿Te ha pasado que compras fresas perfectas y al segundo día parecen un experimento de laboratorio? El problema no está en la calidad de la fruta, sino en donde se guardan.