Este verano, los parques y espacios verdes de Nueva York cobran vida con el parpadeo de miles de luciérnagas. Desde Prospect Park hasta el Ramble, estos insectos luminosos aparecen al atardecer y provocan un espectáculo natural que muchos residentes ya documentan en redes sociales.

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La pregunta que surge es obvia ¿hay realmente más luciérnagas este año o simplemente se notan más? Los expertos señalan que aunque no existe un conteo oficial, las condiciones climáticas de la primavera pudieron crear el ambiente perfecto para que proliferen, refiere el sitio web The City.NYC.

Los residentes de Nueva York disfrutan del incremento de las luciérnagas. Foto: Unsplash

¿Por qué hay más luciérnagas en Nueva York?

El secreto está en el clima húmedo y cálido que vivió la ciudad durante los meses pasados. Nueva York pasó una primavera récord en lluvias, con más de 5 pulgadas cayendo tanto en marzo como en mayo, según el Servicio Nacional del Clima.

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Esta combinación de humedad, calor y suelos húmedos es ideal para las larvas de luciérnagas, que prefieren la tierra oscura y húmeda con abundante cobertura de hojas.

Richard Joyce, biólogo especializado en conservación de especies en peligro, explica al citado medio, que estos insectos se adaptan muy bien a los entornos urbanos, y la especie más común en la ciudad es la “photinus pyralis”, conocida como luciérnaga del Big Dipper.

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El ritual de apareamiento de estos insectos es interesante porque los machos vuelan emitiendo patrones específicos de luz mientras las hembras responden desde el suelo o la vegetación.

“Es un diálogo entre ambos”, explica la investigadora Candace Fallon, quien estudia luciérnagas en Idaho. Si a la hembra le gusta el destello del macho, le responderá con su propio patrón lumínico.

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La combinación de humedad, calor y suelos húmedos es ideal para las larvas de luciérnagas.

Aunque algunas especies practican la monogamia, otras tienen comportamientos más complejos, e incluso existen las llamadas “femme fatale” que usan su luz para atraer a otras especies y devorarlas.

Los científicos expresan preocupación por las poblaciones de luciérnagas y recomiendan plantar vegetación diversa porque puede ayudar a las larvas a desarrollarse mejor en el ambiente urbano.

(I)

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