Olvídese de tener un amanecer en Nueva York como si estuviera en el campo. Podrá escuchar, con algo de suerte, el canto de uno que otro pajarito, pero el quiquiriquí -o kikiriki- de un gallo…. no, porque tenerlos no está permitido.

Criar un gallo en Nueva York es motivo de multa.

Por mucho que crean que tener un gallo en casa es normal, el potente canto madrugador no es del agrado de todos.

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En Telemundo 47 reseñan que que algunos vecinos en Inwood, Manhattan, se han quejado porque hay cría improvisada con varios gallos.

“Yo me levanto a las 4:00 de la mañana y cuando me voy (a trabajar) el ruido de los gallos está encendido”, dice a Telemundo un hombre sobre la cría de unos 20 gallos y gallinas a las afueras de un edificio en Inwood.

Este hombre es padre de 3 niños y dice que le preocupa el tema de la gripe aviar. “Si hay aves, hay un riesgo”, expresa.

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Aves causan más de 5 males a los humanos

Una mujer piensa que tener esos animales en el jardín del edificio “no da buena vista”.

El dueño de las gallnas y gallos dice que en 2024 eran solo tres, pero crecieron y comenzaron a reproducirse. “Ellos (los vecinos) creen que yo traje más, pero no es así”.

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Multa por tener un gallo en Nueva York

Foto: Pexels/Fred dendoktoor

En Nueva York hay animales permitidos a nivel doméstico. Por ejemplo, se pueden tener gallinas.

Las normas de la Ciudad de Nueva York, en especial las que rigen la cría de pollos y otros animales se encuentran en el Código de Salud de la Ciudad de Nueva York, Artículo 161.19”, explican en Telemundo 47.

Informan que “se permiten las gallinas”, pero no se corre con la misma suerte si tienen gallos, pavos, patos o gansos.

Si insisten en cuidar un gallo o pato se exponen a multas que oscilan entre 200 y 2,000 dólares.

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Además, resalta la cadena informativa, “las autoridades pueden confiscar las aves”.

Si en la Ciudad de Nueva York un ruido como el de los gallos le desagrada puede presentar la queja con una llamada al 3-1-1.

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“Mis gallos y gallinas no hacen daño, más daño hace la música y no reclaman”, dice el dueño.

Las autoridades de salud de Nueva York hablaron con el criador de los animales y le plantearon buscar una solución. (I)

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