Kate Valéiro, una joven nacida en Francia de padres portugueses, decidió hacerse una prueba de ADN en 2019 por simple curiosidad. Siempre había sentido fascinación por el Antiguo Egipto, una obsesión que se intensificó después de viajar al país y enamorarse de su cultura.

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La gente con frecuencia le decía que no parecía portuguesa y mencionaban que tenía rasgos más árabes o mediterráneos, algo que la frustraba porque era la única morena en una familia de hermanos rubios de ojos azules, contó en un video de TikTok reseñado por The Mirror.

Su madre incluso la llamaba “pequeña Cleopatra” cuando era niña, pero Kate nunca imaginó que ese apodo tendría tanto significado.

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La prueba de ADN reveló una verdad oculta. Foto: Shutterstock

¿Qué reveló la prueba de ADN?

Los resultados de la prueba llegaron seis semanas después y destrozaron todo lo que creía saber sobre sí misma. En lugar del 85% portugués que esperaba, el ADN mostró que era 58.4% egipcia, 22.9% portuguesa, 14.1% del sur de Italia y 4.6% argelina.

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“Esto no era lo que esperaba”, compartió Kate, diciendo que pensaba que sería más portuguesa.

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Cuando confrontó a su madre con estos datos, recibió respuestas evasivas sobre ser “todos hijos del mundo” y estar “conectados”.

La conversación terminó en silencio incómodo, y el tema quedó enterrado hasta 2022, cuando Kate recibió un mensaje de una mujer desconocida que decía conocer a su padre.

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El mensaje desató una revelación que cambió su mundo. Había sido engañada sobre su paternidad durante toda su vida.

Su padre biológico era un hombre egipcio que ya había fallecido antes de que la verdad saliera a la luz. Kate tuvo que procesar el dolor de lamentar a alguien que nunca conocería, pero también descubrió que había ganado una nueva familia, incluyendo tres hermanos en Egipto con quienes ahora mantiene una relación cercana.

Ahora advierte a otros sobre hacerse pruebas de ADN solo si están preparados para manejar las consecuencias que pueden surgir.

(I)

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