Centenares de personas se congregaron ayer frente a la Catedral de la capital costarricense para exigir un estado laico, en uno de los pocos países latinoamericanos que tiene una religión oficial. Los manifestantes marcharon por vías del centro de San José coreando consignas y exhibiendo rótulos contra el artículo 75 de la Constitución, que define a la religión católica como la oficial del Estado.

“Estado laico ya” y “religión + constitución = discriminación”, se leía en los rótulos que mostraban los manifestantes, en su mayoría jóvenes.

“Que el estado tenga una religión oficial es como si tuviera un equipo de fútbol oficial, es un absurdo”, comentó Víctor Hurtado, presidente de la Sociedad Racionalista Costarricense. Calificó la religión oficial como un “chantaje”, porque bajo esa premisa, recursos públicos recaudados de los impuestos de todos los costarricenses van a dar a manos de la Iglesia católica, aun cuando el que los paga no sea católico.

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La Constitución costarricense también establece la plena libertad de culto. (I)