Luis Ortiz Minalla, de 23 años, tocó las puertas de muchas empresas solicitando un empleo, pero no fue atendido debido a su trastorno de lenguaje. Ahora ya tiene trabajo, al igual que otros cuatro jóvenes con discapacidad que fueron parte del programa de Formación Ocupacional de Fasinarm.

Luis, Joel Quichimbo Torres, Ángel Ponce Quimís, Marco Ortiz Mendieta y Cristhian Torres Cabeza se graduaron el pasado 22 de febrero en el Centro de Entrenamiento Vocacional (CEVE) de Fasinarm, el cual los ha ayudado a que se inserten en el campo laboral.

Este servicio de Fasinarm, fundación privada sin fines de lucro creada en 1966, brinda a los jóvenes y adultos con discapacidad intelectual o auditiva ayuda para que asuman sus decisiones y se incluyan en la comunidad. Con el apoyo de los familiares se los impulsa para fortalecer los procesos de formación ocupacional y que se preparen para la inclusión socio-laboral.

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En el CEVE se determinan el nivel funcional, intelectual, ocupacional y adaptación social del joven o adulto. El plan está dirigido para personas con discapacidad que están entre los 18 y 30 años.

Una vez que el interesado alcanza los niveles requeridos para el trabajo se determina junto con la familia y él qué tipo de ocupación puede desempeñar. Luego, la institución y los familiares buscan la empresa donde colocarlo y una vez que entra a laborar se hace un seguimiento de un año.

El plan cuenta con el apoyo de varias empresas que han acogido a estas personas con discapacidad. En la lista están Palmisa, Country Club, Tiosa, colegio Jefferson, Bic Ecuador, Mc’Donalds, Otelo, Universidad Casa Grande, Corporación El Rosado, aeropuerto José Joaquín de Olmedo, Ciport, KFC, Telerama, colegio Cebi, entre otros.

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Silvia Minalla, madre de Luis, cuenta que para ella y su hijo ha sido muy importante esta preparación. “Me siento muy agradecida porque le brindó la oportunidad que estábamos buscando. Fasinarm le abrió las puertas para que mi hijo pudiera incluirse en la parte laboral”, contó emocionada Silvia mientras participaba de la graduación de Luis, quien labora en el área de limpieza en la empresa de auditoría Hansen Holm.

Luis, quien también se entrena en atletismo, no quería un trabajo específico, sino simplemente trabajar, por eso se llenó de alegría cuando lo contrataron.

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Ahora labora desde hace un año en Hansen Holm, entra a las 08:00 y sale a las 17:00 y tiene sus propios ingresos. “Mi hijo es muy independiente, toma solo el colectivo, va y viene solo. En el trabajo se lleva muy bien con sus compañeros porque es muy sociable, se gana el cariño de cualquiera. Cuando ha habido algún tipo de inconveniente, ha sabido superarlo”, contó emocionada la progenitora.

Joel Quichimbo, de 22 años, también trabaja en limpieza en Hansen Holm. Él tiene el 70% de discapacidad auditiva, pero con el apoyo de sus padres, Mariana Torres y Jorge Quichimbo, entró a Fasinarm y sigue con sus estudios en el bachillerato intensivo, porque –según cuenta– no quiere quedarse atrás, tiene muchos sueños de superación.

“Él sabe que debe continuar y lo estamos apoyando mucho”, señaló Mariana y comentó que además está muy satisfecha de que su hijo trabaje en una empresa donde se considera mucho a las personas y no discriminan a las que tienen alguna discapacidad.

“Si él no hubiera tenido la consideración que le tienen, seguro que hubiera desistido”, indicó.

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Otro de los graduados fue Marco Ortiz, de 20 años. Él tiene discapacidad auditiva y desde hace más de un año trabaja en el aeropuerto de Guayaquil llevando maletas y pequeñas cargas.

“En esto me ayudó mucho Fasinarm, ellos se dirigieron al aeropuerto, donde también me capacitaron. Yo no veía el trabajo como algo cansado, lo veía de otra manera, de forma optimista”, dice el joven a Giovanna Ricaurte, una intérprete de lenguaje de señas que nos ayudó a comunicarnos con él para este reportaje.

Marco terminó la secundaria, pero aún no ha pensado entrar a la universidad, porque por ahora quiere seguir trabajando.

Comentó que le gusta su empleo y que sus jefes y compañeros le ayudan mucho. Lo hacen sentir bien. “Yo estoy pendiente de que todo esté bien y al mismo tiempo ellos están pendientes de mí y se los agradezco mucho”, señaló Marco y añadió que en ningún momento sintió miedo de cómo sería el ambiente en el que laboraría.

“De una cogí mi trabajo, estuve observando cómo era y me gustó mucho”, dijo con satisfacción.

Tiene turnos variados, pero para ir al trabajo toma el expreso. Con una gran sonrisa dijo que no tiene problemas en ir y venir solo.

Marcia Gilbert de Babra, fundadora de Fasinarm, indicó durante la ceremonia de graduación que sienten mucha satisfacción por el apoyo de las empresas que han reclutado a estos cinco jóvenes.

“Estas son las cosas que justifican que estemos vivos. No importa si no puedes ver, si no puedes oír, no importa si te demoras un poquito más en aprender, de todas maneras eres un ser humano maravilloso, por eso tu familia te quiere. Por eso, poco a poco la sociedad los va aceptando y se está dando cuenta de que son muy importantes”, señaló la educadora sobre las personas con discapacidades.

Soraya Saltos Villalobos, coordinadora del CEVE, dijo que aunque la ley esté de parte de estas personas y tengan a estudiantes capacitados con competencias laborales para desempeñar un rol productivo en la sociedad, el número de cinco jóvenes resulta una cifra muy pequeña ante el panorama real.

“Cada vez se torna más complejo el panorama al querer incluirlos en empresas de la localidad, las exigencias de contratación se tornan en muchos casos inalcanzables para nuestros jóvenes con discapacidad, pero ahí se pone a prueba el profesionalismo de nuestro personal docente y técnico, que con creatividad, paciencia y eficiencia no desmaya en la búsqueda para aportar en el crecimiento de cada uno de nuestros estudiantes y hacer posible su realización en el ámbito personal y laboral”, manifestó Saltos.(F)

Nos sentimos felices de haberlo logrado gracias a nuestros padres que nos motivaron a seguir, a pesar de las dificultades del día a día. Gracias a nuestros profesores del CEVE.Luis Ortiz Minalla, Graduado de Fasinarm