La devoción y júbilo que sentían los más de 6.000 fieles que participaron en la procesión del Corpus Christi, organizada por la parroquia Santa Teresita, el domingo pasado, se evidenciaba en la forma de rezar, de tomar el rosario entre las manos y de postrarse al momento en el que la custodia del Cuerpo y Sangre de Cristo se alzaba entre la multitud y llegaba a una carroza adornada con flores y rodeada por niños que llevaban antorchas encendidas.