Andrés Casal, gerente general del consorcio Pronobis, está leyendo el libro Happy City del urbanista Charles Montgomery, que escribe sobre cómo transformar las vidas a través del diseño urbano. Esta lectura refleja la tendencia de crear ciudades caminables. Bajo esa concepción entran los proyectos verticales, esos en los que se crea una miniciudad optimizando el uso del espacio y buscando un impacto positivo en el ambiente, las personas y en la economía. “Edificios sostenibles”, recalca Casal.

¿Qué aporta el crecimiento vertical frente a la expansión horizontal?

Naciones Unidas se reúne periódicamente a hacer conciencia en los estados sobre que debe haber más control en cuanto al crecimiento de viviendas horizontalmente. La eficiencia es crecer para arriba. Cuando creces para arriba tienes una piscina que la usas cuando quieres, eres más eficiente porque en vez de tener el uso de cien piscinas en agua, la tienes en una sola y se divide el mantenimiento. El mismo uso de la electricidad en un edificio, si lo pones en una urbanización se necesitan faroles por todos lados.

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Muchas personas no quieren vivir en edificios.

Todo tiene que venir de la mano con una cultura de vivir en sociedad, porque también el ser humano se había olvidado de vivir en sociedad. Como Pronobis hasta cierto punto nos sentimos responsables de ayudar a volver a vivir en sociedad... Ahora hay una tendencia de los cuestionados millennials, lo que quieren es tranquilidad. Primero no complicarse, tal vez con tanto mantenimiento. El desarrollo de las ciudades no está dado por el número de vías o de carros sino porque los habitantes usen los medios públicos. Allí el Municipio tiene un papel preponderante. Hay ejemplos. Ámsterdam (capital de Holanda) puede ser recorrida en bicicleta, hay más bicicletas que habitantes. ¿Cómo nace esto? Llegó un momento donde el carro era más importante y tenían que llevarse edificios para hacer vías más grandes. También comenzaron los accidentes... Los holandeses se cansaron y exigieron accesos para caminar. Claro hay que tener vías especiales, caminos con los árboles adecuados para hacer sombra y culturizar a la gente. Ahora los millennials tienen esa cultura... le preguntas a un millennial y dice que para gastarse la plata en un carro mejor se va a conocer Australia, Bali...

¿Hacia dónde podría crecer el sky line de Guayaquil?

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Ciudad del Río (proyecto en Puerto Santa Ana) todavía puede continuar algo del sky line y hay otros puntos que pueden desarrollarse, lo que me gusta es que va en línea con la tendencia, Allí se puede caminar, hay acceso a hoteles, restaurantes, vivienda, oficinas. Hay más eficiencia.

No todos pueden vivir en altura por los precios.

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La construcción de edificio demanda una infraestructura desde los pilotajes. La inversión es mayor que una urbanización horizontal.

¿Cuáles son los contras de vivir en un edificio?

Uno quiere tener un perro, pero tal vez tu libertad está limitada a la libertad del señor de a lado; el tema del espacio también es más reducido, no se puede expandir, tienes que compartir el ascensor, las áreas comunes, aprender a vivir en sociedad. (I)