A Ronald Yanchapaxi, transportista urbano, la pandemia del coronavirus le complicó más su situación económica. Antes de la emergencia sanitaria debía las cuotas de enero y febrero del bus, cuyo chasis adquirió en $80 000 con un crédito directo de la casa comercial, en el 2017. Ya con la crisis esa moratoria continuó en marzo, abril, mayo y junio, mes en el que la casa comercial le quitó el vehículo.

El hombre, quien ofrecía servicio en la cooperativa Nuevo Ecuador, contó que en ese entonces le pedían el pago de $5000 para cubrir la deuda de los tres primeros meses del año y devolverle el vehículo, pero él no pudo reunir ese valor.

Yanchapaxi consideró que de parte de las casas comerciales y de las entidades financieras hay inflexibilidad con quienes tienen créditos. Más aún, agregó, cuando su deuda con el concesionario es de alrededor de $30 000.

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“El valor antes que me cogieran el carro era casi $27 000, pero con los gastos judiciales ya aumentó”, citó el hombre.

Ahora él trabaja como asistente, supervisa los recorridos que efectúan sus compañeros. Espera poder recuperar su vehículo con la ayuda de gremios como la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug) que ha buscado diálogos con las financieras.

Como él, muchos transportistas mantienen créditos vencidos. Como ejemplo, solo en una cooperativa de buses urbanos de Guayaquil de cien socios, 31 que renovaron sus buses tienen una moratoria de entre cinco y siete meses.

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La Cámara Nacional de Transporte Urbano del Ecuador indicó que, en ciudades como Santo Domingo, entidades como la Corporación Financiera Nacional (CFN) han extendido los plazos de los créditos hasta 12 años.

A conductores de buses no se los multará si pasajeros se sacan la mascarilla en el carro

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El reclamo de los transportistas urbanos de Guayaquil tuvo una respuesta favorable al gremio. Luego de que el lunes 17 ellos protagonizaran una protesta en contra de las sanciones económicas de las que son objeto por el traslado de pasajeros sin mascarillas en sus unidades, Vicente Taiano, gerente general de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), indicó en su cuenta en la red social Twitter que ya no habría multas si el usuario se quita el cubreboca y a bordo de los buses.

Conductores de buses hablaron con Fernando Amador, director de Transporte Público de la ATM, en días pasados, sobre las multas por transportar pasajeros sin mascarilla.

“Guayaquil no puede permitirse retroceder ante el COVID-19. ¡Usar mascarilla marca la diferencia! El conductor no será sancionado si el ciudadano se quita la mascarilla ya en el interior de la unidad. Todos debemos cuidarnos”, escribió el funcionario.

Los conductores alegaron que al ir al frente del volante de sus unidades les resulta difícil controlar a los usuarios que se bajan o sacan los cubrebocas.

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Por ello pidieron la derogatoria de la multa establecida por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, equivalente al 50 % de un salario básico ($200) y el 20 % ($80) para el pasajero.

La decisión fue concretada con ordenanzas específicas, dentro de los esfuerzos por reducir en la ciudad el riesgo de contagios de coronavirus.

Conductores como José Freire y Luis Álvarez dijeron ganar $20 en el día y que con ese ingreso les resulta difícil cubrir una multa de esa naturaleza.

En tanto, el COE nacional autorizó el aumento del 50 % al 75 % del aforo máximo permitido en buses de transporte urbano, interprovincial, intraprovincial, turístico e institucional. No obstante, en la ciudad hasta el viernes el COE local no emitió un pronunciamiento al respecto.

Lo que sí aprobó la instancia cantonal fue la apertura de frecuencias interprovinciales de Manabí y El Oro. Esa medida se acató en ambas terminales terrestres de la urbe desde el viernes anterior.

A terminales de la ciudad solo ingresan los buses de cinco provincias del país

Hasta el momento a las dos terminales terrestres de Guayaquil están autorizadas para ingresar los buses de cinco provincias: Santa Elena, Los Ríos, Cañar, Manabí y El Oro.

Las unidades de otras provincias aún no ingresan a la ciudad, por decisión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, dentro de las acciones con las que se busca contrarrestar la pandemia del coronavirus.

Muchos de los buses llegan hasta el cantón Durán, por eso el martes 18 varios transportistas hicieron un plantón al frente de la terminal de dicha ciudad. Dirigentes gremiales pidieron se permita el ingreso a Guayaquil de alrededor de 50 cooperativas de varias provincias de las regiones Sierra y Amazonía.

Uno de ellos señaló que la restricción para entrar a la ciudad abona a la proliferación del servicio informal, lo que perjudica al usuario.

Los transportistas dijeron sentirse afectados con la prohibición de llegar a la urbe. Pero el COE cantonal busca que en el Puerto Principal no haya un segundo brote del COVID-19, más aún cuando ahora las provincias con más contagios del virus son las del centro y norte del país.

Por ello, incluso para el transporte aéreo la instancia cantonal solicitó al COE nacional la extensión del requerimiento obligatorio de pruebas rápidas de COVID-19 en origen, en los vuelos nacionales, durante todo el mes de septiembre próximo. (I)