Diez niños de entre 8 y 12 años, residentes del sector La Karolina en Monte Sinaí, recibieron educación musical de manera personalizada y presencial como parte de un proyecto que busca contribuir a la diversificación cultural, a cargo del centro cultural comunitario La Casita.

El centro llevaba efectuando estos talleres desde el 2017, pero debido a la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19 tuvo que suspender sus actividades y después trasladarlas al contexto virtual.

Sin embargo, no todos los niños de la comunidad tenían acceso a dispositivos con conexión a internet, por lo que el director de esta agrupación, Javier Intriago, optó por ofrecer clases presenciales a pequeños grupos.

Publicidad

Las clases se desarrollaron durante un mes y estuvieron a cargo de un grupo de cuatro estudiantes: Letti Vera, Melisa Parodi, Bernarda Cevallos y Mishel Naranjo, de la Carrera de Comunicación de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

Según Vera, quien junto con sus compañeros participó en la iniciativa como parte de un proyecto para la materia Animación cultural II, “a través de encuestas encontramos que a los niños les sobra mucho tiempo, entonces ideamos estos talleres para que tengan acceso a una actividad extracurricular”.

Introducción a la rítmica, lectura de partituras y utilización de instrumentos musicales como la flauta o el toc toc fueron parte del programa educativo que se dividió en dos etapas. Vera añadió que además se ofreció asistencia psicopedagógica para que los padres se involucren en el programa con sus hijos.

Publicidad

“En el tercer taller los niños aprendieron a posicionar los dedos en la flauta y a tocar la flauta, y los padres se involucraron en ese proceso con sus hijos”.

Las normas de bioseguridad y los protocolos sanitarios siempre fueron de suma importancia. Para evitar el contagio era obligatorio el uso de mascarillas, desinfección de material, los voluntarios les tomaban la temperatura a los niños antes de cada sesión y los menores se ponían alcohol en las manos cada quince minutos.

Publicidad

La Casita ha desarrollado proyectos en sectores como La Ladrillera, El Recreo, Chongón, Trinitaria, Las Delicias, Sauces y la Martha de Roldós. Todos han sido autogestionados por la misma organización y cuentan con el apoyo de voluntarios, quienes realizan la labor de enseñanza cultural para niños.

A través de las redes sociales, los integrantes de La Casita CCC (Centro Cultural Comunitario) han difundido el material didáctico para los niños en esta época de pandemia. Cada video, según una entrevista realizada a Intriago, responde a un foco de estudio específico como arte y cultura, salud y medioambiente, deporte y nuevos medios y tecnología.

Por ahora los talleres presenciales se concentran en los circuitos de Las Delicias, La Karolina y la isla Trinitaria. De acuerdo con Vera, progresivamente La Casita retomará los talleres presenciales en los otros circuitos.

En un informe de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones de Ecuador (Asetel) y la Asociación de Empresas Proveedoras de Internet, Valor Agregado, Portadores y Tecnologías de Información (Aeprovi), se evidencia que la demanda de servicios de internet creció 30 % desde abril hasta junio de este año. (I)

Publicidad